¿Importan las vidas latinas en Estados Unidos?

Es triste. Las vidas latinas no han importado mucho en este país. Conozco los peligros que conlleva ser un hombre latino. Crecí en el sur centro de Los Angeles, donde los perfiles raciales y los estereotipos son communes en contra los latinos y afroamericanos.

Los niños que se parecían a mí, sobre todo si llevaban pantalones anchos o una camiseta blanca, eran propensos a ser detenidos por la policía. Peor cuando se cortaban el pelo para quedar pelón. Siempre estábamos en peligro de recibir un disparo por miembros de pandillas. Y ahora ese sentimiento aplica así a la policía.

La realidad es que las vidas latinas no han importado mucho en este país. A través de las décadas, miles de jóvenes latinos han sido asesinados por agentes de policía a través de Estados Unidos. Es una epidemia que hasta ahora han empezado a notar.

De acuerdo con el PBS NewsHour, “entre las minorías, la tasa de homicidios de la policías en contras de latinos es el segundo, después de los afroamericanos.” Hasta ahora, en 2016, 94 latinos han sido asesinados por la policía, lo que representa el 16 %, de 585 homicidios cometidos por la policía.

El movimiento Black Lives Matter ha atraído la atención nacional por los asesinatos de policías en contra de afroamericanos/negros.

Desafortunadamente, muchas veces las víctimas latinas son acusados de portar un arma o ser un miembro de una pandilla para justificar el asesinato. Y desde que falleció César Chávez, la comunidad latina en el suroeste de Estados Unidos no ha tenido un líder nacional que abogue por los derechos civiles de los latinos.

Estamos a merced de los agentes de policía corruptos y miembros de pandillas que saben que la mayoría de los homicidios de jóvenes latinos se quedan sin resolver y que no hay ningún movimiento nacional o internacional organizado para pedir justicia.

Recuerdo claramente el tiroteo de la policía en contra de Kendrec McDade en Pasadena, California, en 2012. La muerte de McDade era un claro indicio de que algo estaba muy mal con el departamento de policía y su trato hacia los jóvenes negros y latinos.

Irónicamente, Kendrec McDade había sido parte del programa del Departamento de Policía de Pasadena para jóvenes cadetes. Después de las denuncias en contra de la policía, el departamento de policía comenzó a monitorear a ciertos activistas al intervenir sus llamadas telefónicas y con vigilancia frecuente. Estos métodos se utilizan para intimidar a los activistas o testigos.

La realidad es que si se opta por denunciar la brutalidad policial en realidad uno puede convertirse en el blanco de ellos.

Las familias de las víctimas tienen ruedas de prensa, vigilias y protestas para denunciar estas muertes trágicas. Pero rara vez se obtiene justicia.

Necesitamos un cambio en el entrenamiento de la policía, y necesitamos que la policía vea a miembros de la comunidad latina como seres humanos, no como objetos.

Es hora de que nosotros, como una comunidad unificada, exijamos que ¡las vidas latinas sí cuentan y valen!

Randy Jurado Ertll es autor de la novela La Vida y Los Tiempos del Cipitio. Su sitio web es WWW.RANDYJURADOERTLL.COM