Elecciones 2016: La cultura del descarte

El Papa Francisco ha denunciado el egoísmo existente en la sociedad moderna que lleva a muchos a ignorar a aquellos más débiles. “Objeto de descarte,” nos dice el Papa, “no es sólo el alimento o los bienes superfluos, sino con frecuencia los mismos seres humanos, que vienen descartados como si fueran cosas no necesarias…”. Nos recuerda, que hoy en día, los niños no nacidos, los refugiados e inmigrantes pobres y los ancianos “son rechazados, se dejan de lado. No cuentan”.

Al observar la contienda actual para la presidencia de los Estados Unidos entre Hillary Clinton y Donald Trump, es evidente que esa “cultura del descarte” como el la llama, lamentablemente está bien presente en los planteamientos y propuestas de ambos candidatos.

Ciertamente, Trump ha demostrado de una manera clara y burda su desprecio por los inmigrantes al hablar despectivamente de los que provienen de México y al proponer que todos los inmigrantes indocumentados se vayan del país.

Trump opta por no tomar en cuenta que la mayoría de los indocumentados es gente buena y trabajadora. Son nuestros vecinos y amigos, llevan años, décadas, viviendo en nuestro país, e incluso tienen hijos nacidos aquí. Y lejos de hacerle daño al país, contribuyen grandemente a la economía, ayudando a crear empleos para nuestros ciudadanos, y a nuestra sociedad, fortaleciéndola a través de su compromiso con sus familias y su fe. Sería verdaderamente injusto y poco compasivo el pedirles que recojan sus bártulos, abandonen sus hogares y se marchen del país.

Pero, si bien Clinton usualmente evita hacer comentarios públicos ofensivos, con su apoyo agresivo del aborto, ella también acoge una postura de menosprecio de la dignidad de la persona humana. Decir, como ella ha hecho, que “la persona no-nacida no tiene derechos constitucionales”, demuestra una falta total de respeto de toda vida humana. Que la vida empieza con la concepción no es una mera postura religiosa como ella argumenta, es una convicción basada en la realidad objetiva que ese ser no nacido es un ser vivo y en la ciencia genética que evidencia que ya desde la concepción ese ser ya tiene todas sus características físicas programadas en su DNA.

Clinton, sin embargo, ignora eso y busca eliminar todas las restricciones al aborto. Ella quiere eliminar la prohibición de ley a que se usen fondos federales para realizar abortos e increíblemente quiere que la monstruosa práctica del aborto de último termino –cuando el niño ya esta por salir y esta plenamente formado- sea legal.

La cultura de descarte adoptada por ambos candidatos debe ser rechazada. En estas elecciones es nuestro deber salir a votar, pero no debemos darle nuestro voto ni a uno ni al otro. Mejor será dejar esa parte de la papeleta en blanco.

Alfonso Aguilar es presidente del Latino Partnership for Conservative Principles