Atentado contra avión cubano fue con explosivos ocultos en pasta dental

Piden que EEUU desclasifique resto de documentos sobre atentado de 1976

WASHINGTON.- Hace exactamente 40 años, 76 pasajeros perdieron la vida en el único atentado entonces de un vuelo comercial en el continente americano, llevado a cabo con una bomba oculta en una pasta dental Colgate, según nuevos documentos revelados este jueves por “The National Security Archive”.

Los documentos colgados en internet implican al cubano Luis Posada Carriles, quien entró ilegalmente a EEUU en la primavera de 2005, y fue posteriormente eximido de fraude migratorio por un tribunal federal en Texas.

Posada Carriles, que ha sido requerido por la justicia en Cuba, vive libre en Miami (Florida), pero “The National Security Archive”, un proyecto independiente de la Universidad de George Washington, urgió hoy nuevamente a la Administración Obama a que desclasifique el resto del expediente secreto sobre el inmigrante.

“Ahora es el momento de que el gobierno diga la verdad sobre el pasado encubierto de Posada y su implicación en el terrorismo internacional”, dijo en un comunicado Peter Kornbluh, director del Proyecto de Documentación de Cuba de The National Security Archive.

“Sus víctimas, el público, y los tribunales tienen derecho a saberlo”, agregó.

Durante negociaciones secretas en 2013 y 2014 entre funcionarios de la Casa Blanca y del gobierno cubano para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, las autoridades de La Habana insistieron en discutir la presencia de Posada Carriles en EEUU.

Entre los documentos divulgados por “The National Security Archive”,  desclasificados recientemente, figura una lista de archivos aún secretos sobre la carrera de Posada Carriles con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), sus actos de violencia, y las sospechas sobre su implicación en el atentado del vuelo 455 de Cubana de aviación, el 6 de octubre de 1976, que cubría la ruta entre Barbados y Jamaica.

En el  atentado murieron todas las 76 personas a bordo, muchos de ellos adolescentes.

Unos documentos de 2006 señalan que los dos venezolanos arrestados en Trinidad y Tobago en conexión con la voladura del avión en pleno vuelo, Hernán Ricardo Lozano y Freddy Lugo, recibieron $16,000 y $8,000, respectivamente, para cometer el acto de sabotaje.

Al parecer, una de las primeras llamadas que ambos hicieron tras el atentado fue a la oficina de Posada Carriles, quien entonces estaba a cargo de la empresa de seguridad “ICI”, que empleaba a Ricardo Lozano.

Los interrogatorios a ambos revelaron que éstos usaron una pasta dental marca Colgate para ocultar los explosivos, activados con un temporizador después de que Lozano y Lugo se bajaron del avión durante una escala en Barbados.

The National Security Archive indicó que algunos documentos aún secretos sugieren que la CIA le asignó a Posada Carriles varios nombres en clave mientras le trabajó a la agencia de espionaje, primero como experto en demoliciones y después como informante en el servicio de la policía secreta de Venezuela, DISIP.

En 1965,  la CIA usó el nombre de “AMCLEVE-15” , en 1972, su nuevo nombre fue “CIFENCE-4”, y por último, “WKSCARLET-3”, indicó la entidad.

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