Sin Messi cambia Argentina, el entorno y hasta hay variaciones en las casas de apuestas

Las medidas de seguridad en torno al plantel que está en Lima no son tan estrictas; hasta las apuestas cambiaron: un posible triunfo de Perú paga menos

Seleccion de Argentina

La selección de Argentina de prepara para enfrentar a Perú. Crédito: EFE

Arde San Isidro. El distrito financiero de esta ciudad transpira sin pausa operaciones bancarias. La oferta de cambio de dólares por soles está en la calle y todo transcurre como todos los días. Nada ni nadie está atento a qué sucede ahí, en el corazón de la zona. Un gigante de cemento y vidrio se erige imponente en el medio de este laberinto de dinero y negocios. Y resplandece entre tanto cristal porque la selección argentina lo eligió como su casa para su excursión por las eliminatorias sudamericanas.

Ahora bien, aquí no hay ni un ápice de atención por los apellidos de Di María, Mascherano, Romero, Funes Mori, Zabaleta y Otamendi. No hay camisetas celestes y blancas esperando en los alrededores para sentir en sus fibras la rúbrica de los rutilantes futbolistas que actúan en las ligas más poderosas del planeta. Y la indiferencia tiene un vínculo directo con las formas en las que se expresa el conjunto que conduce Edgardo Bauza cuando su capitán no está con la delegación. Es que vivir sin Lionel Messi es un impacto que excede, incluso, al conjunto nacional.

Los daños colaterales por no contar con el astro rosarino se advierten lógicamente en el campo de juego. Aunque la incidencia de no tenerlo también modifica dinámicas y hasta la logística. La seguridad es un punto neurálgico del asunto. En la intersección de las calles Begonia y Merino Reina hay hombres vestidos de un verde opaco, que responden a la policía local. Uno de los responsables de la seguridad de la Federación Peruana de Fútbol, Luis Mejía Molina, le explicó enérgicamente a uno de los oficiales que no debían moverse del lugar. “Sin dudas, es menos complejo montar un operativo sin Messi presente. Cuando supimos que no venía hubo una reducción significativa del personal. Ahora tenemos 25 personas trabajando en el hotel, y con Messi calculábamos más de 60 sólo aquí. Incluso, el traslado hacia los entrenamientos se nos hace más simple. No hay tanta locura si no está él”, detalló el encargado.

En el hotel también se bajó la exigencia en los ingresos. Tenían planificado apostar personal para evitar que cualquier huésped accediera a los pisos donde están los futbolistas, pero no fue necesario. Apenas unos guardias custodian una puerta que da paso a otra ala del monstruo que es el Hotel Westin, y no mucho más. Allí la delegación argentina tiene bloqueados cuatro pisos. En los dos primeros están alojados los futbolistas; en el tercero, el cuerpo técnico, y en el último, los oficiales del grupo. La distribución de las habitaciones (en su mayoría son individuales) permitió no alterar el ritual ante la ausencia de Messi, y Sergio Agüero dormirá solo. La habitación de Di María se transformó, en estas primeras horas aquí, en sala de reuniones para compartir un mate y charlar un rato. Si bien en el hotel les hicieron saber que disponían de suites para los jugadores más importantes del seleccionado, se optó por ocupar esas habitaciones, pero convirtiéndolas en salas de masajes y de video.

Nadie tiene privilegios cuando Messi está con el grupo, como así tampoco nadie los tiene cuando no puede participar en una fecha de eliminatorias. Incluso, los encargados de la logística de AFA entienden que cuando está el rosarino es más fácil manejar a todo el plantel, ya que toda la atención recae sobre La Pulga y el resto de los jugadores está menos tenso a la hora de tener que recibir a la prensa o dar autógrafos.

En los medios locales tampoco hay, ahora, tanta locura por la ausencia de Messi. Los “festejos” se dieron cuando se conoció la lesión, pero ahora ya no hay tanto alboroto. Ni en el barrio San Martín de Porres, uno de los más humildes de esta ciudad, se advirtió que los hinchas locales estuviesen pendientes de que la Argentina se entrenaba en el estadio de Sporting Cristal. La locura estaba concentrada en el tránsito, que a cada paso suele ofrecer escenas dantescas.

Vale como referencia lo que sucedió con las apuestas aquí. Antes de la lesión del astro de Barcelona, el 20 de septiembre último, por cada 10 soles apostados a Perú se podía ganar 350. Ahora que creció la ilusión de la gente de obtener un éxito por la ausencia de Messi, con la misma apuesta se puede recibir entre 150 y 180 soles. Incluso, el impacto también se advirtió en la venta de las entradas para el encuentro de pasado mañana, porque una vez confirmado el desgarro del argentino se agotaron las localidades en apenas un día. Sucede que Perú, en los 49 duelos que sostuvo contra la Argentina, logró vencer en apenas cinco ocasiones, y dos de esos éxitos fueron conseguidos aquí: en 1969, se impuso por 1 a 0 con un gol de Perico León y luego dejó a la Argentina fuera del Mundial México 1970 en el desquite en la Bombonera, y en 1985, también ganó por 1 a 0, con un tanto de Juan Carlos Oblitas, en aquel duelo en el que Luis Reina le hizo una policíaca persecución individual a Diego Maradona.

Sin Lionel Messi nada es igual. Su sola presencia amplifica todo, y su ausencia resulta igual de intensa.

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