Hablemos de derechos humanos

Nunca es fácil alcanzar soluciones que vayan al fondo de un tema.

Centro de detención Otay Mesa, donde se alegan todo tipo de abusos para los migrantes retenidos. (Aurelia Ventura/ La Opinion)

Centro de detención Otay Mesa, donde se alegan todo tipo de abusos para los migrantes retenidos. (Aurelia Ventura/ La Opinion) Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinion

No hay duda que las elecciones de EEUU en 2016 han sido inusuales. En lugar de presentar ideas retrógradas como muros y deportaciones masivas, los candidatos a la presidencia tienen oportunidad de hablarnos de temas que nos impactan en la vida real – en nuestro día a día. En vez de buscar acercarse a grupos de interés, los candidatos tienen la obligación de proponer medidas que realmente funcionen en nuestras comunidades.

Por ejemplo, Yosselin, una joven salvadoreña, recientemente fue liberada de un centro de detención para inmigrantes. Yosselin nunca debería haber vivido en una jaula, sino en una comunidad con su familia. Yosselin escapó de su país huyendo de la violencia causada por maras que controlan enormes áreas de Centroamérica. Al llegar a EEUU en el verano de 2014 fue a vivir con su familia en Carolina del Norte y se estableció como estudiante, lo que le dio algo de normalidad a su vida.

Así fue hasta 2016, cuando agentes de inmigración fueron a su casa y le quitaron la poca libertad que había encontrado en EEUU. La arrestaron en su casa y la llevaron a una cárcel. Como si fuera poco, también está en proceso de deportación y busca el asilo en este país[FJ1] .

Nunca es fácil alcanzar soluciones que vayan al fondo de un tema. Pero si vamos a empezar a discutir el tema empecemos por la raíz. ¿Por qué una niña de 17 años tiene que huir de su país? En general, no tener en cuenta las circunstancias de los países de donde procedemos es el primer error de los políticos.

Los derechos humanos de personas luchando para sobrevivir tienen que ser parte de la conversación durante estas elecciones. [RR2] En lugar de hablar de fuerzas fronterizas y más policías con armas militares, le corresponde a los candidatos apoyar inversiones en nuestra comunidad. Nuestra frontera con México es tan militarizada como un campo de guerra. El gobierno gasta miles de millones de dólares en lo que equivale a una fuerza armada. Sin duda estos fondos se pueden invertir de manera más sensata. Si un niño, mujer u hombre llegan a la frontera no deben ser sometidos a “hieleras”. Al contrario, se les debe tratar con respeto y humanidad.

Igualmente, la fuerza de policía de inmigración dentro de EEUU (ICE) aterroriza a comunidades. El uso de policías locales para hacer valer la ley de inmigración y arrestar a personas que no están cometiendo crímenes graves es injusto. Yosselin no debería haber sido arrestada simplemente por venir a EEUU buscando refugio de la violencia.

Esta criminalización de la comunidad inmigrante no es nueva. Hay un sistema de justicia que existe para criminalizar a inmigrantes y una de las causas es la ley antiinmigrante aprobada en 1996. Ser indocumentado en este país no es un crimen y el sistema de justicia debe considerar la humanidad de todas las personas de color. Eliminar estas discrepancias e injusticias tiene que ser parte de una reforma integral al sistema.

Mientras todos estos problemas plagan la comunidad inmigrante, hay corporaciones lucrándose enormemente del encarcelamiento de inmigrantes en prisiones privadas. Solo un candidato ha prometido detener este negocio sucio. Todas las personas que no son un peligro inmediato para la comunidad deben esperar sus audiencias en sus comunidades, no en el cautiverio de la detención.

Con el dinero que el gobierno ahorraría con menos policías federales, se podrían mejorar los servicios de educación, entrenar a trabajadores para que tengan mejores trabajos y ayudar a las personas a acceder solicitudes de inmigración para tener un programa de integración holística.

Los candidatos a la presidencia tienen el deber de encontrar soluciones para Yosselin y miles de personas como ella. Estaremos presionando para que la persona que llegue a la Casa blanca actúe rápidamente y rompa el molde de injusticia que plaga el país.

Por Greisa Martínez, de United We Dream, y Flavia Jiménez, de Advancement Project

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