Testigo: Antes de ser baleado a muerte por policía, joven de 18 años corrió

Otro joven angelino murió a manos de una policía del LAPD, una semana después de la muerte del niño Jesse Romero

El joven de 18 años, Kenney Watkins, murió baleado por un agente del LAPD.

El joven de 18 años, Kenney Watkins, murió baleado por un agente del LAPD. Crédito: @_piccachu/Twitter

Antes que Kenney Watkins fuera acribillado a muerte por un agente policiaco de Los Ángeles, el joven de 18 años de edad se echó a correr. Después, ya baleado y tirado en el suelo, el agente se acercó a él e hizo a un lado con su pie una pistola.

Tal es la versión que contó un hombre, bajo anonimato, al Los Angeles Times, sobre los acontecimientos que se desarrollaron la tarde del martes y que culminaron con la muerte del joven angelino en el sur de Los Ángeles.

Según la fuente anónima, él se encontraba en su casa cuando de pronto escuchó a alguien gritar “¡detente!” desde afuera de su casa. Al asomarse por la ventana, el hombre vio a un chico corriendo por la calle mientras un policía a bordo de una motocicleta lo seguía.

No quitó la mirada de la escena, y vio cuando el joven se escondió brevemente en una cochera pequeña al final de la calle. Después, según el testigo, el joven se levantó y se acercó a la calle, como para seguir corriendo, todo mientras el agente seguía detrás de él.

Fue entonces que escuchó tres disparos. El agente abandonó su vehículo y el joven cayó al suelo, y al acercársele, el policía apartó con su pie una pistola de cromo del cuerpo del joven.

El incidente que describió el hombre ocurrió a las 3:30 p.m., en plena luz de día, cerca de la intersección del bulevar Century y la calle Figueroa.

Según la Policía de Los Ángeles (LAPD), cuyo uniformado lanzó tiros mortales en contra de Watkins, el incidente se produjo después que el joven abandonó un vehículo que había sido detenido durante una parada de tránsito.

El agente involucrado dijo a investigadores que disparó contra el joven porque lo vio correr hacia él con un arma en su mano.

Cuando acudieron las autoridades a la escena del crimen, encontraron dos armas.

Aún no está claro por qué el agente detuvo el coche sedan, color oscuro, ni mucho menos por qué Watkins se vio obligado a abandonar el vehículo en el cual viajaba como pasajero, pero al hacerlo, el conductor huyó del lugar.

Las autoridades continúan en busca del conductor.

Primero Jesse; ahora Kenney

El tiroteo mortal de Watkins se da una semana después que otro agente del LAPD mató a tiros a un adolescente de apenas 14 años de edad en Boyle Heights.

Jesse Romero habría disparado contra agentes, lo cual eventualmente condujo a su muerte.

Sin embargo, video captado por un testigo de lo que ocurrió después del incidente contradice el reporte policial:

Según el Homicide Report del Los Angeles Times, la muerte de Romero el pasado 9 de agosto fue la víctima 11 muerta a tiros por agentes del LAPD en la ciudad de Los Ángeles –siete de esas 11 personas son hombres, menores latinos.

Watkins, afroamericano, se convirtió en la número 12.

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