Afganistán: luto y peticiones de venganza para víctimas de masivo ataque

Funeral de las víctimas del bombazo del sábado en Kabul.

Funeral de las víctimas del bombazo del sábado en Kabul. Crédito: EFE

Kabul

Afganistán guardó hoy una jornada de luto en memoria de los 80 muertos en el ataque contra una manifestación en Kabul, que el Gobierno afgano calificó de “mártires” para los que buscará “venganza”, mientras estudia posibles fallos de seguridad.

Las banderas afganas ondearon a media hasta en los edificios públicos de todo el país asiático, en recuerdo de los fallecidos en el atentado de ayer que además dejó 305 heridos según datos oficiales.

Canales de televisión y emisoras de radio emitieron programas especiales con la lectura de versos del Corán, tras la acción reivindicada por el grupo yihadista autodenominado Estado Islámico (ISIS) contra una marcha pacífica de la etnia minoritaria hazara.

Dawa Khan Menapal, portavoz del presidente afgano, Ashraf Ghani, declaró a Efe que el duelo nacional fue declarado oficialmente en una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad Nacional horas después del sangriento ataque contra esta comunidad de la rama islámica chií, minoritaria en un país de mayoría suní.

La sociedad civil ya había comenzado entonces a honrar a las víctimas, la mayoría civiles, con vigilas nocturnas en Kabul entre velas, rezos y la lectura del Corán.

Las redes sociales se llenaban de mensajes de condena y muchos internautas incluían banderas afganas en sus perfiles en la red.

En medio del luto, las familias han comenzado en Kabul a celebrar los funerales y a enterrar a los fallecidos, dejando una escena de hombres cavando una hilera de tumbas con ayuda de una excavadora.

El presidente afgano ha ordenado que el escenario del brutal ataque, DehMazang o villa de Mazang en dari, pase a denominarse Shuhada Chawk, Plaza de los Mártires en esta lengua afgana.

Gani no se ha quedado en estos gestos y ha ido más allá prometiendo venganza.

En un comunicado tras el atentado, su oficina aseguraba que “ha ordenado a los órganos de seguridad vengar a las víctimas del ataque terrorista del Daesh”, acrónimo del ISIS en árabe.

“Como ha quedado claro que el Daesh estaba detrás del incidente, nos vengaremos”, sentenció, por su parte, su portavoz.

El Ejecutivo estudiará además posibles fallos de seguridad en el incidente, para lo que creará una comisión dirigida por la Fiscalía General de Afganistán en la que participarán funcionarios “y líderes nacionales”, explicó Menapal.

“Aquellos que sean encontrados culpables o de cometer negligencia, serán tratados de acuerdo con el sistema legal”, advirtió.

El anuncio de esta investigación llega después de que el Ministerio del Interior afgano defendiera en un comunicado que había empleado todos sus “servicios y capacidades” para garantizar la seguridad de la marcha, pero los atacantes aprovecharon “el mínimo lapso y una situación sensible” para atentar.

En este contexto, el Gobierno afgano ha decidido prohibir durante diez días cualquier protesta pública por razones de seguridad.

La prohibición afecta en todo el país asiático a “reuniones públicas y protestas”, manifestó a Efe un portavoz del ministerio, Najib Danish, quien apuntó que pretende “asegurar la seguridad de los ciudadanos” en general y en particular durante los funerales de los fallecidos en el ataque, que se esperan en los próximos días.

El denominado Movimiento Esclarecedor, convocante de la manifestación contra la que se produjo el atentado, ha anunciado que a pesar de la prohibición, convocará nuevas protestas.

El atentado se produjo durante una marcha sin connotaciones religiosas, que estaba convocada para protestar contra un plan energético del Gobierno que los hazaras denuncian que excluye a una provincia de esta minoría.

Los últimos datos oficiales son de 80 muertos y 305 heridos, de los que 218 fueron dados de alta y 87 permanecen ingresados en hospitales, 17 en estado crítico, según los últimos datos del Ministerio de Salud Púlica afgano.

ISIS tiene presencia en el país asiático al menos desde el año pasado, pero en marzo pasado las autoridades habían anunciado su derrota, aunque sin que hayan cesado los combates contra esta formación ni los ataques de este grupo.

Lucha étnica

La comunidad hazara forma parte del 9 % de chiíes en Afganistán y en los últimos dos años ha sido objeto de ataques sectarios y secuestros en grupo, reivindicados por los talibanes y también por los yihadistas.

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