Una sonrisa y un poco de maquillaje para sanar heridas de abuso doméstico

Un programa del Midnight Mission ayuda a mujeres a romper el ciclo de violencia y a superarse en lo económico, espiritual y emocional

Leslie Calderón tuvo la oportunidad de que la maquillaran y peinaran como parte del programa Homelight que ayuda a mujeres víctimas de violencia doméstica a ser autosuficientes y mejorar su autoestima. (Araceli Martínez/La Opinión).

Leslie Calderón tuvo la oportunidad de que la maquillaran y peinaran como parte del programa Homelight que ayuda a mujeres víctimas de violencia doméstica a ser autosuficientes y mejorar su autoestima. Crédito: Araceli Martínez | La Opinión

Leslie Calderón deja salir una sonrisa que delata su alegría mientras una experta en belleza de Hollywood, le aplica el maquillaje que le hará sentir como celebridad por un día. Sentada sobre sus piernas, su única hija Luna Flores, de dos años, se mueve inquieta pero eso no distrae ni un minuto a la profesional del maquillaje.

Esta madre fue parte de un grupo de mujeres a quienes el programa de residencia familiar HomeLight de la organización de ayuda a los desamparados, The Midnight Mission les regaló una sesión de maquillaje, corte de pelo y peinado.

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De acuerdo con Ricardo Rosales, director del Programa de Residencia Familiar HomeLight el propósito del evento “Un nuevo año, un nuevo comienzo para ti” es darles confianza y subir el autoestima de estas mujeres, mayormente víctimas de violencia doméstica, con un cambio de imagen.

Este cambio incluye maquillaje, corte de cabello y peinado.

“Queremos que aprendan a arreglarse para ir al trabajo y lucir bien presentables de una manera rápida. Es parte del proceso de reconstrucción de su autoestima”, indica.

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Leslie Calderón es maquillada mientras su hija Luna de dos años aguarda en su regazo. (Araceli Martínez/La Opinión).

Refugiada de la violencia

“Me siento muy contenta”, dice Leslie quien desde hace un año vive con su hija en un edificio de departamentos que es un refugio para mujeres que han sido víctimas de violencia doméstica y abuso.

“Primero estuvimos en un ‘shelter en Long Beach por un mes y medio. Llegué ahí después de que el padre de mi hija, que tienen problemas con las drogas, destruyó el departamento donde vivíamos”, cuenta Calderón.

De ahí se fue a otro refugio en Santa Monica donde estuvo hasta abril pasado. Fue entonces cuando encontró el programa Homelight que le ofreció un departamento para ella y su hija en un edificio para víctimas de violencia doméstica en Los Ángeles.

“Podemos estar aquí hasta un año. Pero en los meses que llevó aquí, ya logré obtener mi diploma de secundaria, un empleo de tiempo completo en una oficina, he tomado clases de violencia doméstica y me ayudaron a aplicar para ir al Colegio a partir de agosto. Quiero ser diseñadora gráfica”, dice Calderón de 27 años.

“De no haber encontrado HomeLight, hubiera regresado de nuevo a una relación violenta con el papá de mi hija, sólo por necesidad económica”, confiesa.

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Leslie Calderón después de ser maquillada y peinada. (foto suministrada).

Una nueva vida

Rosales hacer ver que el programa HomeLight busca evitar que las mujeres, madres de familia que han sido víctimas de violencia, no tengan que terminar viviendo en la calle.

“Nuestra meta es hacerlas autosuficientes, para que incluso no dependan de la ayuda del Gobierno para vivir”, enfatiza.

Durante 20 años han ofrecido un refugio para mujeres y sus familias.

El 90% vienen aquí por violencia doméstica. El 90% son mujeres”.

Entre los muchos servicios de apoyo que ofrecen, también está la salud mental para ayudarlas a lidiar con los traumas de la violencia y hasta cuidado de los niños.

Michelle, una latina que prefiere no dar su apellido llegó con su hija Kristy al refugio de HomeLight después de un programa de rehabilitación que la ayudó a dejar las drogas y el alcohol.

Ahora ya tengo un trabajo. Y mi sueño es reunirme con mis otros dos hijos de 7 y 2 años que están bajo la custodia de su papá”, menciona.

El arreglo del pelo y el maquillaje es como el broche de oro que ayuda a las víctimas de la violencia a comenzar una nueva vida.

“Me siento con más confianza. Puedo valerme por mi misma y no dar un paso atrás”, confía Michelle que lleva un año en el refugio del programa.

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Bobbie Alva dice que ella nunca ha podido pagar para que la maquillen y arreglen el pelo. Aquí la estilista Carla Farmer la prepara para hacerle realidad su sueño. (Araceli Martínez/La Opinión).

Bobbie Alva, madre de cuatro hijos estaba emocionada mientras la estilista de estrellas de Hollywood, Carla Farmer le cortaba el pelo.

Realmente me hace sentir muy bien saber que todavía hay personas que les importamos y que dedican un día libre de su trabajo para venir a arreglarnos”, confiesa.

Tras una sesión que duró varios minutos, Alva lucía unos ojos brillantes y una sonrisa que acentuaba más su felicidad y su autoestima.

“Me siento feliz porque ir a un salón, es un lujo que no me puedo dar”.

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Bobbie Alva, feliz con la transformación que le hicieron maquinistas y estilistas de las estrellas de Hollywood. (foto suministrada).

Una experiencia que les cambia la vida

Alan Eschenburg, de la compañía de productos naturales para el pelo Belegenza.com, llevó a las estilistas y maquillistas de celebridades de Hollywood para arreglar a las víctimas de violencia doméstica.

“Mi hermana y yo hemos sido muy afortunados de ser empleados por artistas de Hollywood. Y cuando estamos con ellas detrás del escenario, nos preguntan qué realmente hacemos, les respondemos que nos gusta devolver a la comunidad y hacer sentir fantásticas a estas mujeres para que luzcan bien y se sientan maravillosamente por dentro para que tengan una gran autoestima”, comenta Eschenburg.

Así que dice que junto con HomeLight decidieron crear un programa para convertir a las mujeres abusadas en celebridades por un día.

“Una vez que son maquilladas y peinadas, pueden pasar por una carpeta roja y tomarse fotos”, cuenta.

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El programa de residencia familia HomeLight contempla sesiones de maquillaje y arreglo de pelo a manos de profesionales de Hollywood para ayudar a que las víctimas de violencia doméstica, aprendan trucos de belleza y mejoren su presentación y autoestima. (Araceli Martínez/La Opinión).

Pero más importante aún que la apariencia física, considera, es el cambio interno.

“Recuerdo a una mujer con las cicatrices en la cara que le dejó la violencia, a quien nuestros artistas le enseñaron como disimularlas con maquillaje. Ahora cuando esa mujer se mira en el espejo se ve hermosa, ya no ve más las marcas de los golpes. Además se siente con mucha más confianza y la seguridad”, indica.

Para Eschenburg poner en manos de maquillistas y estilistas profesionales a mujeres que han sido violentadas, es una experiencia que les cambia la vida.

La modelo y empresaria Jessica Burciaga de la boutique Saint y Sailor donó ropa y bolsas a las mujeres.

Otros patrocinadores del evento fueron la revista Attract y el grupo Criterion.

Organizadores
Ricardo Rosales, director del programa de residencia familia HomeLight junto a la modelo que es la doble de Jennifer López, Jessica Burciaga, modelo y empresaria quien donó bolsas y ropa de su boutique Saint and Sailor. (Araceli Martinez/La Opinion).

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