España: Cinco diferencias entre las elecciones de este domingo y las de diciembre

Entre los comicios de hoy y las de finales de 2015 han cambiado muchas cosas, no siempre evidentes

La alianza entre la Izquierda Unida de Alberto Garzón (izquierda) y Podemos de Pablo Iglesias es la principal novedad de las elecciones.

La alianza entre la Izquierda Unida de Alberto Garzón (izquierda) y Podemos de Pablo Iglesias es la principal novedad de las elecciones. Crédito: Getty

España se enfrenta este domingo a una situación inédita en su historia: la repetición de unas elecciones generales. Es un momento único. Pero, paradójicamente, para muchos tiene un aire de déja vu.

Los comicios de este 26 de junio son, en muchos aspectos, una “repetición de la jugada” de la votación del pasado 20 de diciembre.

Los candidatos principales son los mismos, los programas apenas varían y, según las encuestas, el partido más votado volverá a ser el gobernante Partido Popular (PP), de centro derecha.

Además, los pronósticos indican que al igual que en las elecciones anteriores -que dieron como resultado el parlamento más fragmentado de la actual democracia española- ningún grupo obtendrá una mayoría suficiente para gobernar en solitario.

Después de meses de negociaciones infructuosas entre los partidos para formar gobierno, más de 36 millones de españoles vuelven a estar llamados a las urnas para elegir lo que ya votaron el pasado 20 de diciembre: quién gobernará el país.

Pese a los parecidos evidentes entre ambas citas electorales, BBC Mundo buscó las variaciones, algunas sutiles, que pueden resultar decisivas y convertir las elecciones de este domingo en una tanda de penales tras el empate más que un partido repetido.

Estas son 5 diferencias:

1 – El posible “sorpasso” en la izquierda

Esta palabra italiana que significa “adelantamiento” fue una de las más repetidas de la campaña.

Se refiere a la posibilidad de que la coalición de izquierdas Unidos Podemos obtenga más votos que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), la fuerza dominante en la izquierda española durante los últimos 40 años.

El PSOE podría verse superado por Unidos Podemos y perder su hegemonía de referencia de la izquierda.
El PSOE podría verse superado por Unidos Podemos y perder su hegemonía de referencia de la izquierda.

Podemos -un partido con apenas dos años de vida- e Izquierda Unida, un grupo de izquierdas que incluye al Partido Comunista de España, crearon Unidos Podemos en mayo para concurrir juntos a estas elecciones.

“La oferta electoral ha cambiado y esta unión puede romper la correlación de fuerzas en la izquierda“, señala en conversación con BBC Mundo Fernando Vallespín, catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid y ex director del Centro de Investigaciones Sociológicas de España.

Según las últimas encuestas publicadas, Unidos Podemos superará al PSOE con entre 2 y 5 puntos y se convertirá en el segundo partido más votados detrás del Partido Popular, de centro derecha, y actualmente en el gobierno.

De suceder, este “sorpasso” dibujará un panorama político muy distinto en la izquierda y condicionará las negociaciones para formar gobierno tras el 26 de junio.

2 – Pactar como única opción

“Los partidos están obligados a entenderse. Sería un auténtico escándalo si no hay acuerdo de gobierno”, apunta Fernando Vallespín.

Este es el resultado que vaticinan las encuestas: el Partido Popular volverá a ganar las elecciones, seguido de Unidos Podemos, del PSOE y de Ciudadanos, un partido de centro derecha fundado en 2006.

Los mismos pronósticos indican que el actual presidente, Mariano Rajoy, quedará lejos de una mayoría suficiente para gobernar en solitario.

Los líderes de PSOE y Ciudadanos, Pedro Sánchez y Albert Rivera, son los únicos que pactaron tras las elecciones de diciembre, pero no se concretó en un gobierno por la falta de otros apoyos.
Los líderes de PSOE y Ciudadanos, Pedro Sánchez y Albert Rivera, son los únicos que pactaron tras las elecciones de diciembre, pero no se concretó en un gobierno por la falta de otros apoyos.

Pactar, por lo tanto, será necesario, como tras el 20 de diciembre. Pero en los últimos seis meses, el terreno de las negociaciones ha cambiado.

A diferencia de las elecciones anteriores, tras meses de conversaciones, las posiciones de los partidos están marcadas.

“Por primera vez en unas elecciones en España, se decide quiénes van a formar parte de un gobierno y no quién gobernará. No está claro que quien gane las elecciones vaya a gobernar”, le dice a BBC Mundo Ignacio Lago, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

3 – La aceptación de la muerte del bipartidismo

El bipartidismo que había regido España desde 1982, con un gran partido a derecha (PP) y otro a izquierda (PSOE), saltó por los aires en las elecciones del 20 de diciembre.

“En la anterior campaña, a pesar de que PP y PSOE intentaron una campaña bipartidista, en la mente del electorado ya no estábamos en un sistema bipartidista“, señala Berta Barbet, editora del grupo de análisis político Politikon, a BBC Mundo.

Ese cambio cristalizó en los últimos meses.

El debate entre cuatro es un símbolo del cambio de escenario político en España.
El debate entre cuatro es un símbolo del cambio de escenario político en España.

El contraste entre dos imágenes muestra bien este “antes y después”: frente al debate televisivo entre dos candidatos (Pedro Sánchez, del PSOE, y Mariano Rajoy, del PP) en la campaña para las elecciones del 20 de diciembre, ahora hubo un duelo televisivo entre cuatro candidatos (los dos anteriores más Pablo Iglesias, de Unidos Podemos, y Albert Rivera, de Ciudadanos).

“El bipartidismo da la impresión de que es historia y el tetrapartito que tenemos parece que está aquí para quedarse“, sentencia Vallespín.

4 – El envejecimiento de la “nueva política”

La irrupción de la llamada “nueva política” -que llegó con Podemos por la izquierda y con Ciudadanos por la derecha- fue clave en la muerte del bipartidismo.

Para estos nuevos partidos y sus candidatos, Iglesias y Rivera, las del 20 de diciembre fueron sus primeras elecciones generales.

Albert Rivera (izquierda) y Pablo Iglesias son los representantes de la "nueva política" en España.
Albert Rivera (izquierda) y Pablo Iglesias son los representantes de la “nueva política” en España.

Entonces se habló de “nuevas formas” y “frescura”. ¿Sigue siendo así seis meses después?

“Los nuevos partidos ya están integrados en el sistema y ya no son nuevos. Se han enfrentado a elecciones en todos los niveles y están gobernando a nivel local. Esa frescura que se percibía se ha digerido ya“, comenta Vallespín.

Las negociaciones de los últimos seis meses fueron clave en el “envejecimiento” de la nueva política.

“En ese tiempo, Ciudadanos llegó a un pacto con el PSOE, que es un partido tradicional. Y Podemos formó una coalición con un partido viejo como Izquierda Unida. No han perdido la sensación de regeneración pero ya no se ven como nueva política. Se ven como opciones más pragmáticas“, apunta Barbet.

5 – Entre la polarización y el hastío

Una conversación sobre política estos días en España podría empezar con un lánguido “yo ya dije lo que quería hace seis meses”.

Y terminar con una acalorada discusión sobre la conveniencia de que Rajoy siga siendo presidente o las ventajas de que Iglesias llegue a gobernar el país.

Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, propone la estabilidad y continuar con las políticas de los últimos cuatro años.
Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, propone la estabilidad y continuar con las políticas de los últimos cuatro años.

Esta fue, según los analistas consultados, una campaña marcada por el cansancio del electorado y la polarización.

“Hay dos opciones, que es lo que promueven Unidos Podemos y el PP. El PP propugna la estabilidad y que todo siga igual frente al aventurismo de Podemos. Y Podemos habla de dos opciones: ellos o el PP. Hay un intento por que los que están en el centro queden disminuidos ante esa pinza”, señala Vallespín.

Y en este clima polarizado, la aparente desmotivación de los electores y su traducción en el nivel de participación serán determinantes en los resultados y, por extensión, en los pactos posibles.

“Este es un elemento clave. Si baja, el PP resultaría favorecido y podría llegar a encabezar un acuerdo. Si se mantiene en los niveles de diciembre, la responsabilidad podría recaer en Unidos Podemos y el PSOE”, comenta Ignacio Lago.

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