Opinión: La humillación del 7-0 al Tri es lo de menos, Osorio es falso y desleal

Al subordinarse a los deseos de los jugadores, el técnico alimentó la personalidad ególatra de los seleccionados

Juan Carlos Osorio recibió el apoyo de los federativos mexicanos para continuar al frente del Tri.

Juan Carlos Osorio recibió el apoyo de los federativos mexicanos para continuar al frente del Tri. Crédito: Getty Images

No se trataba de buscar la solución más fácil, la más cómoda, ni la más rápida.

Se trataba de tomar la decisión correcta, la decisión acertada, la decisión que permitiera retomar el control de un proyecto que inició mal, que va mal y que terminará mal.

La salida de Juan Carlos Osorio como técnico de la selección mexicana se tuvo que haber dado no sólo por el humillante 7-0 ante Chile, sino porque el entrenador colombiano llegó al Tri destilando falsedad y deslealtad.

Osorio tenía contrato con el Club Sao Paulo de Brasil cuando a su mesa llegó la propuesta de convertirse en entrenador del Tri.

Al filtrarse la información de que la Federación Mexicana de Futbol pretendía contratar sus servicios, Osorio armó un teatro de hipocresía a su alrededor.

En una conferencia de prensa a la que mandó llamar en aquel entonces, Osorio aseguró a los periodistas brasileños que no había mantenido ningún contacto con los directivos mexicanos.

El colombiano fue más allá al afirmar: “mi corazón está en Sao Paulo“.

Una semana después de haber asegurado su lealtad al club brasileño, Osorio estaba en la Ciudad de México enfundándose en la chamarra verde que lo convertía en el nuevo técnico del Tri.

Ese mal proceder, ese decir una cosa para después hacer otra, era ya una señal de preocupación en cuanto a la forma de operar de Osorio.

Una vez en su puesto, el colombiano mostró desde el inicio falta de carácter y personalidad para lidiar con el alto perfil de varios de los seleccionados mexicanos.

En ese aspecto, Osorio cavó su propia tumba el mismo día en que le dio a escoger a Javier “Chicharito” Hernández si quería jugar la Copa América Centenario o los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Un líder busca el consenso, pero no pregunta. El momento en que dejó que “Chicharito” eligiera qué quería hacer, Osorio abrió una puerta que nunca más podrá cerrar.

Al subordinarse a los deseos de los jugadores, Osorio alimentó la personalidad ególatra de otros seleccionados mexicanos que sin problema alguno se atrevieron a pasar por alto su supuesta autoridad.

Ahí está Rafael Márquez ausentándose de los entrenamientos de la selección mexicana justo antes del partido ante Chile, ahí está Giovani dos Santos declinando la convocatoria sin importarle consecuencias futuras.

El 7-0 ante Chile es solamente el reflejo del desastre que existe en el manejo de la selección mexicana y de la falta de liderazgo y credibilidad. Reitero: el 7-0 ante Chile es el reflejo de un proceso que empezó mal, que va mal y que terminará mal.

En esta nota

Copa América Centenario futbol Juan Carlos Osorio seleccion mexicana Tri
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain