Con atención médica gratuita Los Ángeles ayuda a los indocumentados

Para Micaela Reyes, quien emigró de Puebla en 1992, no habría otro modo para atender la diabetes y la alta presión que padece sin una clínica comunitaria que cura a los indocumentados en Los Ángeles.

“¿Qué sería de nosotros sin esto?”, dice Reyes, de 61 años y una de los 146,000 beneficiados del programa “Mi Salud LA”, que entró en vigor en el otoño de 2014 para que los residentes pobres de este condado reciban atención médica gratuita sin importar su estatus migratorio.

Ante los retos que enfrentan los indocumentados a nivel federal, en particular por la decisión de la Corte Suprema de bloquear las acciones ejecutivas que sacarían de las sombras a cinco millones de padres, Los Ángeles es un ejemplo de la ayuda gubernamental que otros deberían ofrecer a este grupo.

“Se imagina, sin esta ayuda buscaríamos dónde nos atendieran con poco dinero”, expresó con el rostro afligido Reyes, cuyo hogar en el sur angelino se sostiene con el raquítico sueldo de un costurero.

En las 15 clínicas de St John’s, una de las organizaciones que colabora con el condado para sanar a los migrantes que no califican para la iniciativa federal Obamacare por su estatus legal, hay más de 21,000 inscritos en “Mi Salud LA”, que arrancó con un presupuesto de 61 millones de dólares.

“Para la gente de bajos recursos es muy importante este programa porque no tienen otro modo de recibir los servicios que ocupan”, explicó Daisy González, gerente de un centro médico de St John’s en el Sur de Los Ángeles.

“Muchas veces esperan hasta que se enferman demasiado y van al hospital y solamente reciben los servicios ahí y cuando salen no saben qué hacer”, continuó.

Atención médica, exámenes preventivos, servicios especializados, asistencia hospitalaria y de emergencia en clínicas y hospitales del Departamento de Servicios de Salud (DHS), medicamentos y servicios de laboratorios reciben los migrantes sin pagar un centavo gracias a “Mi Salud LA”.

Actualmente, St John’s y otras organizaciones se enfocan en inscribir a los niños indocumentados en el seguro estatal Medi-Cal, esto porque el pasado 16 de mayo entró en efecto la ley Salud para Todos, otra iniciativa que procura el bienestar de los migrantes sin papeles en California.

Unos 250,000 menores en dicha situación y que antes solo recibían servicios sanitarios a través de programas como “Mi Salud LA” o el denominado Medi-Cal de Emergencia, cuya atención se limita a visitas a las salas de urgencias, ahora pueden acceder a la cobertura médica regular de Medi-Cal.

Sólo en Los Ángeles unos 75,000 menores son elegibles para la ley Salud para Todos.

“Aquí valoramos a los migrantes”, dijo el mes pasado el senador Ricardo Lara, autor de dicha legislación.

En las clínicas de St John’s recomiendan a los padres que realicen lo antes posible la transición de los planes actuales de sus hijos menores de 18 años a la cobertura de Medi-Cal.

Ante la gran cantidad de pacientes, el registro ha experimentado cierto retraso en esta región.

“Se deben de inscribir lo antes posible, no se sientan mal si el proceso no es rápido”, aconsejó González.

Se cree que en este condado viven hasta 700,000 indocumentados sin seguro médico.

La inscripción al plan Salud para Todos, que estará disponible todo el año, se puede realizar visitando una oficina de servicios sociales de su condado o llamando al teléfono (855) 899-7587.

Para más información visite el portal http://health4allkids.org/es/