Activistas y vecinos de La Misión luchan contra la ‘Bestia de Bryant’

El proyecto de un enorme complejo habitacional de lujo en La Misión ha suscitado gran oposición ciudadana, aunque su aprobación sentó un precedente porque se hizo obligatoria la construcción en paralelo de una proporción mucho mayor de vivienda asequible en la zona

La ‘Bestia de Bryant’ es el proyecto de construcción habitacional más grande de la historia del Distrito de La Misión.

La ‘Bestia de Bryant’ es el proyecto de construcción habitacional más grande de la historia del Distrito de La Misión.  Crédito: Cortesía

El proyecto de construcción habitacional más grande en la historia del Distrito de La Misión se ha convertido también en el campo de batalla más importante en la crisis de viviendas por la que atraviesa la ciudad de San Francisco. Por un lado se encuentran los vecinos del popular barrio que sufren la vorágine de los desplazamientos y desalojos y por otro los constructores empecinados en construir viviendas de lujos con un mínimo de viviendas accesibles.

Tildado como ‘La Bestia de Bryant’ por sus opositores, el plan original propuesto por el constructor Nick Podell en el 2014, planeaba la construcción de 276 departamentos habitacionales de los cuales solo 44 de ellos serían asequibles, según el 16% establecido por las leyes municipales.

El 2 de junio, en una maratónica audiencia de más de 10 horas, la Comisión de Planificación de la Ciudad aprobó el proyecto con varias modificaciones en un voto de 5-2. Las enmiendas agregadas al proyecto corresponden en parte a las exigencias de los grupos comunitarios que si bien no son todas, al pie de la letra, sientan un precedente nuevo en la relación entre los grupos y envían un claro mensaje a los constructores y sus proyectos en La Misión.

Entre los nuevos requerimientos, los constructores tendrán que entregarle a la ciudad un 33% del terreno propuesto (23,000 pies cuadrados) para que la Ciudad construya otros 136 departamentos asequibles, para los cuales la oficina del alcalde ya se comprometió a destinar $30 millones para la construcción de estos.

No es el 50 o el 100% exigido por los vecinos pero en total se construirían 335 departamentos de los cuales el 41.5% serían asequibles y 196 al precio del mercado.

En casi toda una cuadra entre las calles Florida, Bryant, 18 y 19, los cinco edificios que serán demolidos eran conocidos por sus centros culturales, comunitarios y estudios de trabajo y vivienda de diversos artistas del área. Los residentes desalojados incluyen la compañía de teatro MadCap, el circo Vau de Vire Society, y el histórico centro cultural InnerMission, conocido también como CELLspace.

Roberto Hernández, activista de la organización Nuestra Misión, No a los Desalojos.
Roberto Hernández, activista de la organización Nuestra Misión, No a los Desalojos.

“Nos hemos opuesto a este proyecto desde el principio, ya que desalojaron a varias familias que vivían en ese bloque”, dijo Roberto Hernández de la organización Nuestra Misión No a los Desalojos  (Our Mission No Eviction). “[En ese bloque] danzantes tenían sus ensayos, donde había una antigua tienda latina de reparación de automóviles y donde numerosas organizaciones de arte utilizaban ese espacio”.

Coalición para detener al ‘Monstruo’

El plan despertó una fuerte oposición por parte de activistas culturales y vecinos del sector los cuales formaron la coalición Unidos para Salvar la Misión para detener este tipo de proyectos que según ellos amenazan el futuro del barrio y sus características. El ‘Monstruo de La Misión’ colindante a la estación del metro en la calles 16 y Misión, ‘El Gran Lio de Van Ness’ ubicado en el 1515 de la Avenida Van Ness del Sur y el proyecto en el 2675 de la calle Folsom, son otros de los proyectos que los vecinos se oponen tenazmente.

La comisionada Katherin Moore, quien votó en contra del proyecto dijo que después de escuchar los, “poderosos comentarios de la comunidad… es chocante ver a los sindicatos que no lo apoyan. Ésta es la primera vez en mis 12 años en esta comisión que escucho esto”, dijo refiriéndose a los plomeros y trabajadores del metal que también se oponen al proyecto en contrapuesta del sindicato de carpinteros que lo apoya.

A causa de los desplazamientos y desalojos, el barrio La Misión está pagando el mayor costo de la crisis. “Ya tenemos 10 mil personas desalojadas del barrio”, dijo Hernández.

A parte de las tarifas municipales, Podell también tendrá que pagar tarifas especiales para la facilitación del tránsito, centros comunitarios e instalaciones para el cuidado de niños y reponer un 40% de lo perdido en áreas de usos como producción, distribución, y reparación.

Durante la audiencia, Podell, quien es también dueño del terreno, dijo que ya no podía hacer más concesiones porque el proyecto se volvería difícil de financiar. “Como la ciudad demandó, les mostré mis libros [contables] …ahora estoy al borde de lo que puedo hacer”, dijo.

Pero aún no está todo dicho. Los opositores tienen 30 días para apelar la decisión en el Consejo de Supervisores. “Tenemos la mayoría de los votos para anular el proyecto pero también nos da una influencia para demandar a los constructores mas para nuestra comunidad. Es un buen ejemplo de trabajo unificado para proteger y animar a nuestra comunidad ya no sólo en San Francisco, pero en otras ciudades”, dijo Hernández.

“Necesitamos construir viviendas asequibles para los maestros, para los que lavan platos, los bomberos, los trabajadores de la limpieza, para la clase trabajadora, porque ahora arrendar un estudio en San Francisco cuesta $3,000. ¿Quién puede alquilar en San Francisco hoy? No la clase obrera. Se está convirtiendo en una ciudad donde sólo los ricos pueden permitirse el lujo de vivir aquí”, aseveró Hernández.

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