¿Le espera la libertad en México al narcotraficante más violento de los años 90?

Tras nueve años en prisión en EEUU por tráfico de drogas, "El Guero" Palma será entregado a autoridades mexicanas este sábado

Hector "El Guero" Palma.

Hector "El Guero" Palma. Crédito: Archivo | EFE

MÉXICO.- Al narcotraficante Héctor “El Güero” Palma, de 56 años, le espera la libertad en México el próximo sábado a menos que en los últimos minutos la Procuraduría General de la República (PGR) detecte una averiguación previa abierta en su contra, una posibilidad remota si se toma en cuenta que antes de ser extraditado a Estados Unidos en 2007 el capo del Cártel de Sinaloa había librado 20 procesos.

“Estamos revisando de manera exhaustiva en todas las procuradurías del país y en las delegaciones de la PGR sobre este caso”, dijo recientemente la procuradora Arely Gómez sobre el destino que le depara a Palma este sábado 11 de junio, cuando las autoridades estadounidenses lo entreguen a las mexicanas tras nueve años en prisión por tráfico de drogas.

Salió mucho antes de los 16 años que recibió de condena en la Unión Americana debido a su “buena conducta” que dista mucho de la estela de muerte de la que se le acusa en su país donde entabló una sangrienta batalla –junto con su socio, amigo y paisano Joaquín El Chapo Guzmán– en contra del cártel de los Arellano Felix para quienes trabajaron en el inicio de su carrera criminal.

“En la enloquecida narco-guerra de Palma y Guzmán contra los Arellano dieron muerte a subprocuradores, policías federales, agentes del ministerio público, activistas, periodistas, y ciudadanos que nada tenían que ver con el ilícito negocio de las drogas”,  observó Adela Navarro, directora del semanario Baja Californiano Zeta.

“Sinaloa se convirtió en el Estado más violento e inseguro del país, y Baja California en la frontera más codiciada y así golpeada por la criminalidad”.

La rivalidad se sustentaba en la pelea por el control del corredor de la droga Sinaloa-Tijuana pero tenía un componente trágico-pasional que documentó el periodista Gregorio Ortega en una novela en la que narra la historia de la esposa del “Güero”.

Asesinada y decapitada en San Diego su cabeza fue enviada al marido en una hielera hasta Culiacán aparentemente por el venezolano Rafael Clavel, un gatillero de los Arellano Felix, que sedujo a la mujer para matarla. Luego se llevó a Venezuela a los dos hijos de ella y el narcotraficante (de cuatro y cinco años de edad) y los lanzó por el puente en venganza por el robo de un cargamento de droga.

Así se agudizó el ánimo de venganzas entre las organizaciones criminales en la primera mitad de los años 90 y no paró hasta el asesinato del cardenal Jesús Posadas Ocampo a quien confundieron con El Chapo y con la captura de éste y de Palma aunque ambos siguieron dirigiendo sus actividades desde el penal de Puente Grande.

El Chapo se fugó de ahí por primera vez y Palma fue extraditado  cinco años después de que EEUU lo solicitó en 2002. Llevaba siete años preso.

Por todo este historial, el analista Jorge Chabat, del Centro de Investigaciones y Docencia Económica, considera que “es muy difícil que (El Güero) no tenga un proceso abierto, sin embargo, si no hay nada en su contra, las autoridades mexicanas van a tener que dejarlo libre como a cualquier ciudadano”.

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Cartel de Sinaloa Chapo Guzmán El Güero Palma Narcotráfico

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