Cinco razones por las que el Tricolor dio un golpe de autoridad contra Uruguay

No fue casualidad que los muchachos dirigidos por Juan Carlos Osorio se hayan llevado las palmas del estadio de la Universidad de Phoenix el domingo tras vencer 3-1 a Uruguay. Es el reflejo de esa nueva cara que el seleccionador colombiano le está poniendo al representativo azteca dentro y fuera de la cancha.

El triunfo en su debut en la Copa América Centenario se puede explicar en los siguientes cinco apartados:

1. Propuesta de partido

Aunque pronto se evidenció que el planteamiento táctico de Osorio no fue el más preciso frente a los charrúas, pues dejó verdaderos callejones al relajar a los laterales, al final terminó beneficiándose de las carencias defensivas y de pressing de su rival, y lejos de amilanarse puso toda la carne en el asador imbuyendo de brío a todas sus líneas en la recta final del partido después de que los celestes habían empatado 1-1.

2. El factor de la localía

Mucho se había hablado de lo que este factor iba a jugar a favor del Tri en la Copa América. El estadio de la Universidad de Phoenix se convirtió en una impresionante sucursal del Estadio Azteca, a pesar de un calor que llegó a los 116 grados F (46 grados C) afuera del inmueble. El apoyo de los mexicanos que viven en Arizona y de los muchos que viajaron al encuentro fue un aspecto clave para que los tricolores aprobaran su primer examen del torneo y se empiecen a enfilar a ganar su grupo.

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3. Los cambios funcionaron

Los cambios resultan parte esencial del planteamiento táctico y el manejo de partido y eso Osorio lo tiene más que claro. Las expulsiones primero del uruguayo Matías Vecino y luego del mexicano Andrés Guardado lo obligaron a realizar movimientos, todos muy afortunados: la entrada de Hirving Lozano por Javier Aquino prácticamente le puede dejar la titularidad al del Pachuca. Jesús “Tecatito” Corona dio un buen primer tiempo, pero Osorio leyó bien el partido y dio entrada a Jesús Dueñas, y por último, sacar a “Chicharito” Hernández y darle minutos a Raúl Jiménez (tras su ingreso cayeron los goles del triunfo).

4. La actitud

Es evidente el cambio de actitud de los seleccionados bajo el mando de Osorio. Lejos de un protagonismo a veces malentendido, hoy la cara es otra: se nota la alegría por jugar. Es el reflejo de un verdadero liderazgo.

5. La experiencia del capitán

Osorio recurrió en su primera línea al veterano Rafael Márquez, de quien está de sobra hablar sobre su probada calidad en funciones defensivas, de salida y al ataque con balón detenido. El de Zamora, Michoacán fue pieza fundamental en todo el partido al ejercer inmejorablemente su plurifuncionalidad y ser parte activa de los dos últimos goles tricolores, especialmente el crucial 2-1 que definió con el fusil que tiene en la pierna derecha.