Le diagnosticaron diabetes, siguió comiendo igual hasta que tuvo un derrame cerebral

Otra de las crueles complicaciones que sobrevienen cuando la diabetes no se cuida o no se sigue una dieta sana ni se hace ejercicio

A Elvira Lobo se le complicó la diabetes con un derrame cerebral. (Araceli Martínez/La Opinión).

A Elvira Lobo se le complicó la diabetes con un derrame cerebral. Crédito: Araceli Martinez | La Opinión

Cuando a la inmigrante salvadoreña, Elvira Lobo le diagnosticaron la diabetes, siguió su vida igual. “No me dijeron cómo cuidarme. Comía lo mismo pero mi cuerpo ya no era lo mismo. Me enfermaba más rápido y me daban dolores”, dice.

Lobo, de 58 años, cuenta que como consecuencia la diabetes le pegó tan fuerte que no supo cuando le pegó un derrame cerebral. Reconoce que además por esos días dejó de tomarse el medicamento y se sentía muy estresada.

Tercera entrega de una serie especial – Diabetes: Epidemia entre latinos

Las apoplejías, como también se les conoce, son una de las complicaciones más severas que puede sufrir un diabético. Según la Asociación Americana del Diabetes, en 2010, la tasa de hospitalización -en los adultos mayores de 20 años- fue 1.5 veces más comparado con quienes no tienen diabetes.

Un derrame, ataque cerebral o apoplejía se presenta cuando el flujo de la sangre se detiene de repente en cierta parte del cerebro.

Los síntomas son similares a los que Elvira Lobo sufrió: dificultad para ver en uno o ambos ojos y pérdida de equilibro o dificultad para caminar.

También puede haber dolores de cabeza severos, visión doble, mareos, debilidad o entumecimiento de un lado.

Después de sufrir un derrame cerebral dice que su vida ha cambiado, y mantiene ahora sus niveles de glucosa controlados. (Araceli Martínez/La Opinión).
Después de sufrir un derrame cerebral dice que su vida ha cambiado, y mantiene ahora sus niveles de glucosa controlados. (Araceli Martínez/La Opinión).

La historia de Elvira

La salvadoreña relata que en diciembre de 2013 le dio un derrame cerebral.  Trabaja cuidando a una persona mayor y cuenta que mientras la transportaba en una silla de ruedas comenzó a golpearla contra las paredes, sin querer.

‘Me estás pegando’, me decía. Ese mismo día empecé a no ver ni escuchar por el lado derecho. Y cuando la señora me mandó a lavar su auto, el vehículo se me iba de lado”, recuerda.

Al llegar a su casa se fue directo a la cama y al despertar se sirvió un café. “ ‘¿Qué te pasa Elvira? se te está cayendo el café’, me preguntó mi esposo. Mi hija decidió llevarme al hospital. Ahí me dijeron que me había dado un derrame cerebral. Cuando me quise levantar, ya no pude”, relata.

Lobo dice que estuvo entre nueve y diez meses en silla de ruedas durante 2014. “La boca se me fue de lado, y se me dificultaba hablar. No me entendían lo que decía. No podía mover el lado derecho de mi cara. Al año de sufrir el derrame cerebral, comencé a pararme y dar mis primeros pasos de nuevo”.

Una dieta saludable y el ejercicio regular puede prevenir y controlar la diabetes. /Archivo
Una dieta saludable y el ejercicio regular puede prevenir y controlar la diabetes. /Archivo

La comida y el ejercicio: claves

Para evitar el riesgo, la Asociación Americana de Diabetes recomienda mantener niveles deseados de glucosa en la sangre, presión arterial y colesterol por medio de una alimentación saludable, salud física y en caso necesario, medicamentos.

La doctora y nutricionista Judith Topete, quien todos los miércoles de 9:00 a 10:00 de la mañana, tiene un programa radial por la radio 1020AM en la que habla exclusivamente de diabetes, dice que un diabético no tendría complicaciones como derrames cerebrales, amputaciones ni necesitaria medicamentos como la insulina, si se apegara a una buena dieta e hiciera al menos 45 minutos de caminata cada tercer día.

“Con una dieta saludable, el diabético no tiene necesidad de ponerse insulina y puede llevar una vida completamente sana pero tiene que aprender a comer y reducir las porciones’, subraya.

La epidemia que tenemos de diabetes entre los latinos se debe al sedentarismo y porque cuando venimos a este país empezamos a comer en grandes cantidades”, indica.

Comenta que es muy triste pero cuando un paciente llega con los niveles de diabetes altos a una clínica, todo lo que se hace es aumentarle la insulina.

Enseñémosles a comer mejor, recomendaba yo a mis supervisores. Y me decían, no, no hay tiempo, dales insulina. Es una pena”, se lamenta la doctora. Y se atreve a decir que uno de los mejores negocios que existen en estos momentos, son las clínicas de diálisis.

“Visita una, !están llenas de diabéticos!”, exclama.


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Los peores y mejores alimentos

La doctora Judith Topete asegura que un diabético debe comer cuatro veces al día, pero porciones pequeñas.

Los alimentos que debe evitar son: el arroz blanco y las harinas blancas (pan dulce y bolillos). No debería consumir frutas como el plátano, las uvas, mangos, ni papas, elotes o zanahorias

Debe comer pan de granos integrales y frutas como fresas, arándanos, cerezas. Agrega que el nopal es buenísimo, así como las semillas de moringa.

“Mi mejor recomendación para prediabéticos o diabéticos es que además de su doctor, vean a un nutricionista para que aprendan los tipos de alimentos y las porciones. Si siguen una dieta saludable y hacen ejercicio, les garantizo que no tienen necesidad de medicamentos”, enfatiza.

* Tercera parte de una serie especial

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