Sanders afirma que tiene “agallas” para enfrentar a los millonarios, y no dejará la contienda

Pese a un impresionante cofre electoral y un mensaje populista, es cada vez más difícil que logre la nominación presidencial demócrata

Bernie Sanders usará la historia de su padre, inmigrante polaco, para conectar con inmigrantes latinos en Nevada.

Bernie Sanders usará la historia de su padre, inmigrante polaco, para conectar con inmigrantes latinos en Nevada.  Crédito: Adam Bettcher | Getty Images

WASHINGTON.- Con un déficit de más de 200 delegados tras la paliza electoral en Nueva York, el senador Bernie Sanders afronta un muro prácticamente infranqueable para vencer a Hillary Clinton y lograr la nominación presidencial demócrata, pero este miércoles dejó en claro que lo intentará.

Sanders perdió las primarias en Nueva York, su estado natal, lo que aumenta las presiones para sumar victorias en las primarias del martes próximo en Connecticut, Pennsylvania, Rhode Island, Maryland y Delaware.

Su gerente de campaña, Jeff Weaver, dijo a la cadena MSNBC que Sanders ni se plantea abandonar la contienda y su objetivo es disminuir la ventaja de Clinton.

En su cuenta de Twitter, Sanders volvió a insistir hoy en que sólo él tiene la trayectoria, la agenda y “las agallas” para enfrentarse a los millonarios, y anoche dijo a la prensa en Vermont que tiene buenas posibilidades en los cinco estados de la costa este la próxima semana.

Electores independientes y los jóvenes lo apoyan

Es que Sanders, de 74 años, ha convertido la lucha de clases en su grito de guerra, y su mensaje populista contra la desigualdad social ha calado principalmente entre los jóvenes, y los independientes.

En el caso de Nueva York, las primarias eran “cerradas”, es decir sólo para votantes inscritos en el Partido Demócrata, lo que marginó de las urnas a los independientes. Otro problema es que, aunque ha logrado arañar votos en la comunidad hispana, los votantes afroamericanos, en general, le han dado la espalda.

En ese sentido, Larry Sabato, analista político de la Universidad de Virginia, señaló hoy que, a su juicio, Sanders ya no tiene una ruta viable para alcanzar y superar a Clinton porque, aunque algunas encuestas muestran un empate entre ambos, sólo si ocurriese algo que la obligue a dejar la contienda, ésta logrará la nominación.

“Sanders desde luego puede lograr algunas victorias, pero nadie pone en duda el eventual final” de esta contienda, dijo.

Sanders, que se presenta como el candidato “anti-establishment”,  logró gran avance tras ganar recientemente en ocho de las nueve primarias y “asambleas populares” –además del apretón de manos con el Papa Francisco el pasado fin de semana-, pero la derrota en Nueva York fue un baldazo de agua fría que ha frenado la racha.

No muy lejos de Roosevelt Island, donde lanzó su campaña presidencial en junio del año pasado, Clinton dijo anoche que la contienda por la nominación demócrata está “en la recta final, con una victoria a la vista”.

Son palabras que hieren los oídos de Sanders, quien se mantiene rezagado en votos y delegados –se requieren 2,383 para la nominación presidencial demócrata-, pese a que sigue acumulando millonarias donaciones.

COBERTURA ESPECIAL DE LAS ELECCIONES

Las encuestas señalan que Clinton debe superar un problema de imagen, gracias en parte a los ataques de Sanders por el pasado apoyo de la exsecretaria de Estado a la guerra en Irak y a varios acuerdos comerciales, además de las contribuciones que ha recibido de Wall Street.

Pero Sanders afronta sus propias críticas: por ejemplo, varios de los programas sociales que promete, incluyendo una educación universitaria gratuita, conllevarían un aumento en los impuestos, además de que enfrentarían una clara oposición del Congreso.

En declaraciones a este diario, Lily Eskelsen García, presidenta de la Asociación Nacional de Educación, un sindicato de maestros, explicó que Clinton ha logrado un apoyo abrumador entre los docentes no porque no quieran a Sanders sino porque “una cosa es identificar los problemas y otra es proveer soluciones reales”.

“Los educadores están apoyando a Hillary en números históricos por quién es ella y lo que ella defiende. La diferencia medible es que Hillary ha hecho lo imposible por reunirse con los educadores y hablar de nuestros asuntos en la contienda”, explicó la activista.

“La profundidad de sus conocimientos sobre los asuntos que afrontan los maestros y estudiantes es inigualable… los maestros sienten que con ella tendrán un lugar en la mesa para la toma de decisiones importantes para nuestros estudiantes”, argumentó.

Por el momento, Sanders concentra sus esfuerzos en las primarias de la próxima semana, y las que se avecinan en Indiana y Oregón.

Su última oportunidad, en busca de un final feliz, “al estilo de Hollywood”, vendrá en las primarias de California el próximo 7 de junio.

Clinton, por su parte, prefiere centrar sus energías en vencer al magnate empresarial, Donald Trump, quien se perfila como el posible candidato del Partido Republicano.

En entrevista con este diario, en vísperas de las primarias de Nueva York, Clinton dijo que ella logrará unir al Partido Demócrata –violentamente fragmentado entre partidarios suyos y de Sanders- porque la verdadera meta “debe ser vencer a los republicanos” en noviembre próximo.

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