Inmigrante pasó dos meses preso en San Francisco tras ser víctima de un delito

Cuando acudió a la Policía de San Francisco para arreglar el problema de su auto robado, Pedro Figueroa fue arrestado y entregado a ICE, que lo remitió a un centro de detención migratoria

Pedro  Figueroa fue indebidamente arrestado por la Policía de San Francisco y entregado a Inmigración cuando él acudió a gestionar ante las autoridades el caso de un auto que le fue robado.

Pedro Figueroa fue indebidamente arrestado por la Policía de San Francisco y entregado a Inmigración cuando él acudió a gestionar ante las autoridades el caso de un auto que le fue robado. Crédito: Fernando Torres / La Opinión de la Bahía

Por ser víctima de un delito y denunciarlo a la policía, el trabajador y residente del barrio de La Misión, Pedro Figueroa, 31, se encontró detenido por dos mes en el Centro de Detención de Condado de Contra Costa, lugar donde la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) recluye a personas indocumentadas.

El 2 de diciembre de 2015 la policía le informó a Figueroa que su carro robado había sido encontrado según una denuncia que él mismo hizo el mes anterior. Pero cuando fue con su hija de 8 años a la estación de policía de la Calle Tercera para obtener el formulario necesario para recobrar el vehículo, fue entregado a agentes de ICE que lo estaban esperando en la puerta trasera del cuartel.

En una conferencia de prensa frente al Ayuntamiento de San Francisco el jueves pasado, Figueroa dijo que primero la policía lo mantuvo esposado por más de 30 minutos y después “me sacaron por una puerta trasera. La sorpresa que me llevé porque al salir de allí estaba Inmigración afuera. Así fui arrestado por dos meses. Me siento muy triste por la situación que estoy viviendo”, dijo.

El caso de Figueroa es emblemático. Tiene que ver con la esencia misma de lo significa Ciudad Santuario, de la capacidad para hacer respetar la ley universal del debido proceso, de restaurar la confianza entre la policía y la comunidad, de establecer los límites de cada agencia y defender los derechos humanos de los inmigrantes indocumentados contra su marginalización social.

En su colaboración con inmigración, “nuestras agencias policiales violaron las leyes de la ciudad. Hay deficiencias en las políticas de la ciudad… ¿pero cuántas personas existen en la situación de Pedro?, ¿cuántas personas han sido entregadas a Inmigración para ser deportadas?”, se preguntó Saira Hussain, abogada de Figueroa.

En la conferencia hablaron los supervisores David Campos, Jane Kim y John Ávalos, quien anunció la introducción de una enmienda para la corrección y mejoramiento de los códigos administrativos que forman parte de las leyes de Ciudad Santuario. Ese mismo día, la enmienda fue aprobada por el Comité de Seguridad Pública y tendrá que ser ratificada por la Junta de Supervisores.

La propuesta mantendrá las protecciones del debido proceso para todos los sanfranciscanos y prohibirá el uso de fondos o recursos municipales (por ende, de la policía) en casos federales migratorios para diseminar o recoger información sobre éstos o para informar sobre la liberación de algún individuo, exceptuando personas condenadas o requeridas a responder por un delito violento.

Las leyes de Ciudad Santuario aseguran “una separación muy clara… las agencias policiales locales se ocupan de la leyes criminales y las agencias federales de inmigración se ocupan de las leyes civiles. La separación de estas dos entidades es crítica para la confianza entre las comunidades inmigrantes y la policía local”, dijo Ávalos.

“La ordenanza para el fortalecimiento del debido proceso les dice claramente a las agencias policiales que las órdenes administrativas o las órdenes de deportación no son ordenes reales y ambas carecen de causa probable. No son razones para detener a alguien o para notificar a ICE”, aseveró Hussain, quien trabaja con la Cámara Legal Asiática (Asian Law Caucus).

“Es un mensaje muy simple pero muy importante: no queremos ver en San Francisco lo que sabemos está pasando por todo el país debido a personas como Donald Trump. Queremos poner sobre aviso a nuestros oficiales electos, a nuestro alcalde, a nuestro alguacil, al jefe de policía que aquí en San Francisco no vamos a cooperar con inmigración. Punto. Así de simple”, exclamó Campos.

Para Figueroa, quien se encuentra en libertad bajo fianza, la experiencia en la cárcel de ICE ha sido traumática. “Estar preso fue algo muy duro, muy malo para mí. Con tantos problemas… mi vida ha cambiado mucho. La policía no tenía que haber actuado de esa forma. Porque si no tengo ninguna orden de arresto, ningún delito, ¿por qué arrestarme?, ¿por qué echarme a Inmigración? Eso lo veo muy mal”, dijo.

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