Una designación que pone presión

La negativa republicana de analizar al candidato Merrick Garland ayuda a los demócratas

President Obama Announces Merrick Garland As His Nominee To The Supreme Court

Crédito: Chip Somodevilla | Getty Images

En la película El Padrino, Vito Corleone ha sufrido un atentado por haberse negado a aceptar un “arreglo” para iniciar el negocio de tráfico de heroína. Con el Padrino en estado agónico, su hijo mayor Sonny, los  “caporegimenes” y el “consigliere” deciden que la persona indicada para reunirse con Solozzo es Michael Corleone, ya que después de todo, Michael es un “Civilian”, no pertenece a la organización,   y por tanto su vida no corre peligro, ya que de acuerdo a los códigos de la “Cosa nostra” se prohibe cualquier atentado en contra de los “Civilians”.
La muerte de Anthony Scalia abrió la puerta a la necesidad de nombrar un nuevo juez en la Corte Suprema de Justicia. Los restos del desaparecido magistrado no habían todavía sido puestos en su sitio de descanso final, cuando ya los republicanos gritaban a los cuatro vientos que jamás iban ni siquiera a considerar la nominación de un nuevo jurisperito por parte del presidente Obama. Señalan  que esa designación le corresponde al pueblo, y que es el pueblo quien debe en las urnas elegir a un nuevo presidente para que sea este quien nomine al sucesor de Scalia. Cinismo en la más pura expresión, ignoran convenientemente que ese pueblo ya se expresó en el 2012 y eligió como su presidente, en ejercicio actualmente,  a Barack Obama.
Por supuesto,  Obama, como le corresponde por mandato constitucional, se dió inmediatamente a la tarea de elegir a un nominado, y cuando se pensaba que podría elegir a un candidato de corte liberal y probablemente perteneciente a una minoría, el ejecutivo le entrega a los senadores a un “Civilian” de impecables credenciales.
Merrick Garland ha sido juez del Tribunal de Apelaciones del distrito de Columbia por 19 años, Es considerado un “centrista” y un constitucionalista que se apega con  fidelidad a la letra de la ley.
Obama, como de costumbre, mueve las piezas del ajedrez político de manera magistral.
 Si Obama hubiera nominado a Sri Srinivasan, nacido en India y seguidor del hinduismo; a Loretta Lynch, mujer y afroamericana; o a Mónica Marquez, mujer, hispana y lesbiana, los republicanos hubieran tenido muchas más excusas para cuestionar al candidato, pero Obama les entrega un centrista, constitucionalista y hombre blanco. Cualquiera que sea el resultado, el presidente y el Partido Demócrata van a salir ganando.
 La negativa republicana de analizar al candidato y matar a un “civilian”, les concede réditos políticos a los demócratas; el que el Senado decida aceptar al nominado inclina la balanza de la Corte Suprema a favor de los intereses demócratas.
Difícil tarea para los senadores republicanos en los días por venir. Ya veremos si al final podremos decir “Habemus juez”.

En esta nota

Barack Obama Demócratas Merrick Garland republicanos Senado
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain