Giros en inmigración: Marco Rubio en la cuerda floja política

Para apelar a la base del partido, debe sonar duro y restriccionista, pero para ser aceptable a los republicanos latinos, los moderados y el votante de la elección general, Rubio enfatiza sus orígenes inmigrantes. No obstante, su mensaje contiene contradicciones.

Marco Rubio Discusses The Economy In New York City

Crédito: Spencer Platt | Getty

En una noche en la que su imagen brilló como el precandidato que “casi” derrota a Donald Trump, el senador Marco Rubio demostró una vez más su capacidad para caminar sobre la cuerda floja de la retórica política y las contradicciones que hacen falta para tener éxito en una primaria republicana y considerarse un candidato atractivo para el resto de los estadounidenses.

“La gente de este gran estado de Iowa ha enviado un mensaje al mundo: después de siete años de gobierno de Barack Obama, hay que recuperar nuestro país”, dijo Rubio. Unos minutos después, el hijo de inmigrantes cubanos enmarcaba la grandeza de este país en la experiencia de su familia inmigrante.

“Se que este país es especial porque fui criado por personas que sabían cómo era la vida fuera de aquí, que vino aquí sin nada, que casi no hablaban inglés ni tenían dinero”, dijo el candidato, quien tomó el tercer lugar en las asambleas de Iowa, pisándole los talones a Donald Trump.

Mientras Ted Cruz rara vez habla de su padre inmigrante ni sus raíces latinas y Donald Trump realiza un constante ataque a los inmigrantes sin papeles, los refugiados, México, China y todo lo que huela a extranjero, Rubio no deja de repetir la historia de su “padre bartender y madre empleada doméstica”.

No obstante, y al mismo tiempo, repite frases que han sido utilizadas por otros candidatos en un contexto excluyente o racial. “Recuperar nuestro país” es una frase nacida hace muchos años, en 1992, cuando el extremista Pat Buchanan realizó una campaña primaria dentro del partido republicana que hoy sería normal pero que entonces era extrema. “Recuperar a nuestro país, y a nuestra cultura”, decía Buchanan en aquel entonces, cuando hablaba de detener a la inmigracion indocumentada. 

Rubio debe apelar a la base conservadora republicana para poder avanzar hacia la nominación presidencial del partido y al mismo tiempo, diferenciarse de la extrema derecha en pequeñas cosas, para mantener abierta la posibilidad de convertirse en una alternativa para los votantes más moderados.

El precandidato ha dicho que “no se puede deportar a 12 millones de personas”, lo que le ha valido palabras elogiosas de activistas pro inmigrantes . “Estamos viendo una narrativa más constructiva en inmigración”, dijo este martes Ali Noorani, del National Immigration Forum Action Fund. “Hay conservadores que saben que hace falta una conversación más constructiva sobre inmigración”. 

Mensajes contradictorios

Pero sus contradicciones en inmigración hacen un poco complicado que pueda terminar por atraer buena parte del voto latino.

Marco Rubio mantiene que el sistema migratorio de Estados Unidos debe cambiar de la “reunificación familiar” a uno basado en los “méritos personales, educación o habilidades”. Sin embargo su familia, de origen humilde, inmigró en los años cincuenta desde Cuba por medio de otros familiares, tal y como el mismo lo contó en su autobiografía: “An American son”.

En el libro, publicado en 2012, Marco Rubio cuenta que sus padres pudieron inmigrar a Estados Unidos  en 1956  gracias a la ayuda de Dolores, o Lola, una hermana de su madre.

“Costaba 500 dólares en ese momento traer a alguien a Estados Unidos. Cada familiar que venía, pagaba por el próximo familiar que iba a venir y pronto mis abuelos y gran parte de la familia había inmigrado. El momento fue fortuito. Ese mismo año, Fidel Castro acampaba en la Sierra Maestra, donde comenzaría su revolución contra la dictadura de Fulgencio Batista”, cuenta Rubio en el tercer capítulo.

En su campaña, sin embargo, Rubio hay dejado claro que el sistema migratorio ya no debe ser familiar. Durante uno de los muchos debates republicanos, Rubio dijo:  

“Hoy en día, tenemos un sistema de inmigración legal para la residencia permanente, que se basa en gran medida de si o no usted tiene un pariente que vive aquí. Y esa es la forma en que mis padres vinieron legalmente en 1956 .Pero en 2015 , tenemos una economía muy diferente. Nuestro sistema de inmigración legal a partir de ahora tiene que ser basado en el mérito. Tiene que ser sobre la base de qué habilidades que tiene, lo que puede contribuir económicamente , y lo más importante de todo, de si va a venir aquí para convertirse en un estadounidense, no sólo vivir en Estados Unidos, sino ser un americano”, dijo.

Esta va a ser, muy probablemente, una debilidad de su campaña por la presidencia si logra la nominación. Y activistas prodemócratas como Dolores Huerta ya dejaron claro que lo atacarán por ese lado.

“Cruz y Trump no son los únicos en adoptar una retórica y posiciones políticas que serían devastadoras para nuestra comunidad”, dijo Huerta. “El ha seguido los pasos de estos, pintando a los inmigrantes como posibles terroristas”.

Ataque de ambos lados

Está claro que Rubio no podrá seguir usando su historia como hijo de inmigrantes sin que el tema de inmigración se convierta en un punto central de cualquier campaña en torno al senador de Florida.

La pasada semana, unos días antes de las asambleas de Iowa, Ted Cruz atacó a Rubio como “proamnistía” y lo comparó con el presidente Obama, por su colaboración en un proyecto de ley de inmigración diseñado por la “Pandilla de los ocho” en el senado, de la cual fue miembro.  Al mismo tiempo, su compañero en el grupo de los ocho, el senador Lindsey Graham (quien se salió de la contienda recientemente para apoyar a Jeb Bush), dijo este martes que Rubio se había alejado mucho de su anterior postura en inmigración para ser elegido como presidente por los estadounidenses independientes y moderados (y los latinos). 

Desde que Rubio entró en la campaña ha dado diversas versiones de sus posturas en torno a reformas migratorias, hasta el punto en que ha dicho que no consideraría dar a los inmigrantes indocumentados una residencia permanente hasta 10 o 12 años después de su elección (es decir, no en su gobierno, si llega a tenerlo), sino que se decantaría por una especie de limbo para ellos mientras “se asegura la frontera y se moderniza el sistema de inmigración legal”.

Estos giros, sin embargo, han servido para que en el mismo día, el ultraconservador locutor de radio Rush Limbaugh dijera que Rubio “es un gran conservador” y muchos votantes de Iowa le dieran buena parte de su apoyo, por considerarlo más moderado.

Los análisis del voto de este lunes revelaron que 44% de los votantes que apoyaron a Rubio lo hicieron porque consideran que, por ser políticamente más moderado, tiene una mejor posibilidad de ganar.

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