Editorial: Un refuerzo legal necesario para las armas
Se toma en cuenta las peticiones de hacer cumplir las leyes y actuar sobre la salud mental
Crédito: EFE
La acción ejecutiva tomada por el presidente Barack Obama se centra en aclarar, asegurar y reforzar las leyes vigentes. No es un exceso del poder Ejecutivo para desarmar a la gente como lo afirman los opositores a la medida.
En realidad, esto es lo que siempre han exigido los opositores al control de armas, que no haya más leyes sino que se implementen las que están vigentes. Obama les dio el gusto.
Por ejemplo, se aclara que todos los vendedores de armas tienen que tener licencia para hacerlo y deben realizar la averiguación de antecedentes del comprador. Esto cierra un lapso en la ley en la que individuos privados venden armas sin importarle a quien lo hacen. Se asegura también el marco legal que rige a las armas de fuego y responde a la inquietud de que las masacres son más un problema de salud mental, que de armas.
Creemos que por eso es razonable la solicitud de la Casa Blanca para que el Congreso autorice 500 millones de dólares adicionales para salud mental y los fondos para contratar 200 agentes nuevos en el Buró de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego que trabajen en el cumpliento de las leyes y el chequeo de antecedentes.
Pero es difícil que esto ocurra. El argumento de que Obama va a quitar las armas del individuo honesto sirvió desde el inicio de su presidencia para romper récord de venta de armas. La decisión de ayer ya fue tan tergiversada que será otra bonanza para los vendedores de armas y una excusa para los compradores.
Esta paranoia es la que también existe en la bancada republicana del Congreso, que responde a los votos de los más conservadores y al dinero de la Asociación Nacional del Rifle. Desde allí surge el argumento, después de cada masacre, que el problema es la salud mental y el incumplimiento de leyes vigentes. Aunque en realidad no quieren ningún tipo de regulación, ni siquiera las leyes ya existentes.
Al igual que con la inmigración, Obama actuó dentro de su poder ante la frustración por la negativa del Congreso a legislar razonablemente. Las críticas son exageradas por acciones que no tienen un gran impacto. Pero ya, sin cálculos electorales de por medio, es hora de actuar en este tema.
