Inmigrante: “La Navidad es la época más triste”

Muchos inmigrantes en este país no cuentan con la red de apoyo familiar como en sus países de origen cuando atraviesan una separación conyugal

Héctor López, de 32 años, siente muy tristeza durante la Navidad. Añora su tierra y sus padres.

Héctor López, de 32 años, siente muy tristeza durante la Navidad. Añora su tierra y sus padres. Crédito: Yurina Melara | La Opinión

Héctor López, de 32 años de edad, llegó de México hace 10 años y aunque sus tres hijos están en Los Ángeles, esta es la primera Navidad que la pasará literalmente en la calle.

“En la época navideña tengo que fingir frente a mis hijos. Ellos están muy felices y emocionados por la Navidad y yo estoy realmente muy triste porque lo perdí todo. Hasta el año pasado tenía un apartamento, una esposa, trabajo y a mis hijos. Ahora estoy durmiendo en la calle”, dijo Héctor.

Como él, muchos inmigrantes en este país no cuentan con la red de apoyo familiar como en sus países de origen cuando atraviesan una separación conyugal. En un país extraño, se quedan sin hogar y muchas veces sin sueños.

Sin entrar en detalles, este inmigrante dijo que su esposa le puso una orden de restricción, él perdió su trabajo, no puede ver a sus hijos como antes y ha tenido que buscar trabajo como jornalero.

“Estar lejos de la tierra es difícil. Fingir ante los hijos es difícil… creo que los inmigrantes sentimos un dolor por estar lejos de nuestra tierra. Si lo piensas bien, los inmigrantes somos personas valientes, luchadoras y muy fuertes, pero esta época lo pone triste a uno”, agregó.

Héctor acude todos los días al centro jornalero del Instituto de Educación Popular del Sur de California (IDEPSCA), ubicado en el distrito de moda en el Centro de Los Ángeles.

A diario compite con decenas de trabajadores que como él no le hacen mala cara al trabajo físico pesado y están a la merced de condiciones peligrosas y hasta robo de salarios.

Deseos de navidad

A pocos días de la Navidad, Héctor aún está intentando cumplirle el deseo de su hija mayor, 6 años, de regalarle una computadora.

“Ella es muy inteligente. Va muy bien en la escuela y me ha pedido una computadora. El trabajo está muy malo y no sé cómo voy hacer, pero quiero cumplirle ese deseo”, dijo Héctor.

Sus otros dos hijos de 2 y 5 años no le han pedido nada específico.

“Lo único que deseo esta Navidad es cumplir a mi hija y ver todos mis hijos, pero aún no sé si los deseos se me harán realidad”, acotó.

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