Un último adiós a Ricky Gálvez, agente asesinado de Downey
Este lunes sepultarán al asesinado agente de la Policía de Downey
Hoy lunes se realizarán los servicios fúnebres del policía de Downey, Ricardo “Ricky” Gálvez, quien fue asesinado a balazos el pasado 18 de noviembre afuera de la agencia en la que trabajó durante cinco años.
A las 9 a.m. habrá una misa en la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles, en el centro de la ciudad, a la cual se espera acudan cientos de agentes de distintas corporaciones policiacas de California.
La Policía de Los Ángeles (LAPD) indicó que desde las 6 a.m. estarán cerrados a la circulación vehicular tramos de la calle Hill, de la calle Primera a la autopista 101; de la calle Temple, de las avenidas Grand y Broadway; así como los carriles de la avenida Grand en dirección norte, entre las calles Primera y Temple.
La arquidiócesis angelina indicó que el arzobispo José Gómez presidirá la misa y que el diácono Mario Guerra, ex alcalde de Downey, pronunciará la homilía.
Posteriormente, los restos de Gálvez, hijo de dos inmigrantes originarios de Jalisco, serán trasladados y sepultados en el panteón Rose Hills de la ciudad de Whittier.
Asimismo se espera que haya afectaciones a la circulación vehicular en las carreteras 101 y 60, cuando el cortejo fúnebre -en el que posiblemente participen vehículos policiacos- se dirija al cementerio.
La investigación del Sheriff del condado de Los Ángeles establece que Gálvez fue baleado y muerto en un intento de robo cuando se encontraba dentro de su auto en el estacionamiento de la Policía de Downey, la noche del pasado 18 de noviembre.
Tres jóvenes, uno de los cuales es menor de edad, fueron detenidos después de una persecución en auto y a pie que inició un agente que escuchó los disparos y concluyó en Montebello. A los sospechosos se les confiscó un revolver con el que habrían baleado al policía.
Los tres acusados son Abel Díaz, de 17 años; Steven Knott, de 18; y Jeremy Anthony Álvarez, de 21.
La Fiscalía del condado (DA) les fincó un cargo por asesinato en circunstancia especial y otro por intento de robo en segundo grado.
No está claro quién baleó al agente.
Si son encontrados culpables Díaz sería condenado a cadena perpetua (la pena máxima por ser un menor de edad), y Knott y Álvarez podrían enfrentar la pena de muerte, aunque la procuraduría aún no ha decidido si buscaría ese castigo para ellos.
El Sheriff aseguró que los detenidos pertenecen a una pandilla y mencionó que en interrogatorios ellos relataron que durante el intento de robo no sabían que Gálvez era un agente, ni que estaban en el estacionamiento de la Policía de Downey.
La comunidad ha llenado de flores, globos, veladoras y carteles las inmediaciones de la corporación, mientras que han externado su repudio hacia los tres sospechosos.
“Ojalá que sufran cada día de su vida por causar tanto dolor en los corazones de otros. Ojalá que nunca encuentren paz, amor o felicidad por esto que nos han quitado”, expresaba una cartulina que se colocó a unos pasos donde el policía perdió la vida.
Los amigos del agente Gálvez realizan una colecta para cubrir los gastos funerarios a través de una cuenta en la página GoFundMe.com que hasta hoy lunes había recaudado más de 13,000 dólares, más de la meta establecida.