“Efecto cucaracha” del narcotráfico llega a Oaxaca

MÉXICO – Entre veredas y acantilados, en medio de la tupida montaña de la Sierra Sur de Oaxaca ubicada a 2700 metros sobre el nivel del mar, el ejército mexicano encontró un narcolaboratorio en las últimas horas. No les tomó por sorpresa como a los soldados de la región del Itsmo que encontraron el primero hace nueve meses.

Simplemente se pusieron para desmantelarlo con apoyo de químicos, peritos y agentes del Ministerio Público del estado quienes contabilizaron 24 tambos con capacidad para 200, 180 y 50 litros, ollas y cucharas para cocinar la droga sintética y ni un solo detenido porque apenas se acercaron “alguien aviso” a los criminales.

Luego redactaron un parte que difundió el gobierno del estado, preocupado porque frente a los operativos en contra de las organizaciones criminales en los vecinos estados de Guerrero, Michoacán y Veracruz, los malandrines han huido como cucarachas para buscar escondrijos en Oaxaca otrora libre de estos problemas.

“Los delincuentes siempre están buscando alternativas”, advirtió Javier Villanueva, jefe de asesores de la Procuraduría de Justicia local desde 2013, el año en que comenzaron a detectar una mayor presencia de dos cárteles: el del Golfo y los templarios.

Desde entonces se ha registrado un incremento del 400% de extorsiones y en lo que va del presente año, las diversas regiones militares han quemado 7,226 plantíos de marihuana y 3,034 de amapola; decomisado más de dos toneladas de cocaína y desmantelado cinco laboratorios de droga sintética.

El primero se encontraba en un paraje conocido como “El Águila”, entre las fronteras de Oaxaca y Chiapas. Los soldados encontraron toda una infraestructura para producir grandes cantidades de metanfetaminas: una casa con dormitorios, cocina y comedores y hasta un reactor de síntesis orgánica para acelerar los procesos.

“Se supone que en la región del itsmo no se encontraba con algo parecido”, comentó sorprendido Pedro Alberto Hernández, responsable de la 46 zona militar.

La presencia del narcotráfico en la región ha derivado también en el incremento del consumo de enervantes entre la población. La directora del Centro de Integración Juvenil del estado, Marisol Gómez, alertó que Oaxaca tiene ciertas adicciones por arriba de la media nacional, entre ellas la marihuana y la heroína.

“Actualmente hay mucha disponibilidad de droga entre los jóvenes”