Mapinguari, el perezoso gigante del Amazonas

Imagen del mapinguari aparecida en el programa Walking with Beasts de la BBC.

Imagen del mapinguari aparecida en el programa Walking with Beasts de la BBC. Crédito: BBC

Pese a la incalculable variedad de especies animales catalogadas por la ciencia, todavía queda mucha fauna por descubrir en los océanos, cielos, bosques, desiertos, cordilleras y demás ecosistemas de nuestro planeta.

Algunos de estos seres conviven entre nosotros sin que tengamos el más mínimo indicio de su existencia, habitando en la Tierra sin que jamás sepamos de ellos. Otros, sin embargo, han dejado con los años un rastro en forma de huellas, muestras de pelo, heces, difusas grabaciones audiovisuales y, por supuesto, encuentros con todo tipo de pueblos y culturas que han recogido en su tradición oral y escrita sus reflexiones acerca de estas elusivas criaturas.

El monstruo del Lago Ness. El Bigfoot. El Yeti. El Mokele Mbembe. El tigre de Tasmania. El megalodón. El gusano de la muerte de Mongolia. Todas ellas criaturas fascinantes, invenciones para muchos y enigmas vivientes para tantos otros, que ocupan por derecho propio su lugar en una categoría especial escindida de la ciencia ortodoxa: la criptozoología, disciplina dedicada al estudio e investigación de las especies animales desconocidas o supuestamente extintas cuya existencia aún no ha sido incluida en la zoología oficial.

Especies como el rinoceronte, el okapi y el gorila fueron considerados críptidos hasta hace no mucho, cuando la ciencia las catalogó debidamente. Por ello, no hay que confundir la criptozoología (que estudia animales) con la parazoología (centrada en criaturas “monstruosas” e identificadas con la ufología como el Mothman, el Demonio de Jersey o el Chupacabras).

Tras esta breve introducción a la materia, vamos a conocer uno de los críptidos más fascinantes de América Latina:

El mapinguari

Nativo de las selvas amazónicas de Bolivia, Brasil, Perú y Colombia, el mapinguari (“defensor de los bosques”) es, supuestamente, una criatura similar a un gran oso de color rojo que desprende un fétido olor, con facciones similares a las del ser humano y cubierto de un tupido pelaje que de acuerdo a los relatos resulta impenetrable a las armas.

Algunas descripciones le atribuyen una segunda boca a la altura del abdomen, y desde hace años ha protagonizado encuentros con el ser humano en lo más profundo de la Amazonia…algunos de ellos poco pacíficos. Cazadores brasileños han reportado contactos con el ser humano, e incluso National Geographic documentó un ataque de la bestia en dicho país.

Dibujo del mapinguari (megatherium) en la Enciclopedia Británica.
Dibujo del mapinguari (megatherium) en la Enciclopedia Británica.

Todo críptido tiene un investigador detrás obsesionado con su descubrimiento, y en el caso del mapinguari ése es sin duda David Oren. Ornitólogo de profesión, Oren entrevistó a numerosos testigos en el Amazonas mientras investigaba sus aves en 1977, quedando cautivado por la historia del misterioso animal.

Tras descartar la explicación ofrecida por el folklore local- un chamán hechizado por una maldición- y tras numerosas investigaciones en las que él mismo escuchó el aullido de la bestia, Oren llegó a una conclusión científica: el mapinguari no sería sino un superviviente de los megaterios, perezosos gigantes considerados extintos desde hace 10.000 años cuya descripción encajaría con el este ser.

De acuerdo a su hipótesis, la imposible segunda boca de su estómago sería una glándula especial que emana la peste sufrida por los testigos como mecanismo de defensa.

Con expertos a favor y en contra, la teoría de Oren es considerada a día de hoy la más factible entre los que creen en la existencia del mapinguari, un ser fascinante que ejemplifica como ninguno la magia y el misterio que encierran las frondosas profundidades del pulmón del planeta.

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