Inmigrantes mutilados ayunan frente a Casa Blanca

Quieren encontrar “Tierra Prometida” sin salir de sus países, aseguran

Washington.- Débiles e incluso sin la revisión o permiso de un médico, el inmigrante hondureño, José Luis Hernández, y otros miembros de su “Caravana de los Mutilados”, iniciaron este lunes un ayuno de diez días frente a la Casa Blanca para exigir un cara a cara con el presidente Barack Obama.

En vísperas de la visita del Papa Francisco a Washington y su encuentro con Obama el próximo 23 de septiembre, Hernández, presidente de la Asociación de Migrantes Regresados y Discapacitados (AMIREDIS), explicó que el mensaje a Obama será “que entienda lo que sufrimos los migrantes para llegar a este país”.

Tal como lo hicieron en junio pasado, el grupo volverá a insistir en una reunión con Obama, y espera que la Casa Blanca acceda al encuentro en un plazo de diez días.

Demandas de los mutilados

“Queremos decirle que la ayuda humanitaria y de seguridad que quiere enviar a Centroamérica no sea sólo para combatir el narcotráfico y la violencia, sino que sirva para generar fuentes de empleo, para que la ´tierra prometida´ la tengamos en nuestros países”, explicó Hernández.

“Queremos que EEUU impida más desgracias, que la gente no tenga que salir de sus países y arriesgar sus vidas viajando en La Bestia”, agregó Hernández, en alusión al tren que miles de inmigrantes centroamericanos toman en México para llegar hasta la frontera sur de EEUU.

Hernández calcula que en los últimos años, sólo en Honduras, unas 702 personas han sufrido mutilaciones al caerse del tren, dos de ellas en el último mes.

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El propio Hernández perdió una pierna, un brazo, y parte de una mano en “La Bestia” hace unos años, pero ha emprendido una campaña nacional para que EEUU frene las deportaciones.

Ante silencio de la Casa Blanca, otro viaje a Washington

En junio pasado, Hernández y su “Caravana de Mutilados”, integrada por ocho miembros, ya habían viajado a Washington, donde entregaron una carta para conseguir un encuentro con Obama, pero no lo lograron, aseguró AMIREDIS.

Desde que salieron en libertad de un centro de detención en Texas con un permiso especial, al presentar una solicitud de asilo, los activistas de la caravana han recorrido diversas ciudades de EEUU para también denunciar las políticas de Washington que, a su juicio, han agravado la violencia en Centroamérica.

El grupo, respaldado por otras organizaciones pro-inmigrantes como la Red Nacional de Jornaleros (NDLON), espera que la visita del Papa a EEUU entre el 22 y 27 de septiembre próximos aumente la presión para resolver la crisis humanitaria de los migrantes centroamericanos.

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El ayuno consistirá en una dieta de líquidos y suero si es necesario pero, debido a las medidas de seguridad en torno a la visita del Papa a Washington, los activistas no podrán acampar durante la noche en el Parque Lafayette frente a la Casa Blanca.

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