Denuncian “esclavitud” de latinos en campos tabacaleros

Entregan cerca de 20,000 peticiones a R.J. Reynolds para exigir mejores condiciones laborales

Washington.- Ondeando la bandera roja de su sindicato, decenas de activistas denunciaron este viernes las condiciones de “esclavitud” en los campos tabacaleros y exigieron a la empresa R.J. Reynolds mejoras laborales.

Los activistas, algunos provenientes de Ohio y de Carolina del Norte, marcharon desde la sede de la federación sindical AFL-CIO, pasando por la Casa Blanca, hasta las oficinas de la tabacalera Reynolds en el centro de Washington.

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“Estoy acá para luchar por los trabajadores migrantes que laboran en los campos tabacaleros en condiciones horribles y a quien les roban su sueldo. Vinimos a exigir un cambio; esta es una esclavitud moderna y no tiene cabida en 2015“,  explicó Lisiana García.

Por su parte, Baldemar Velasquez, presidente del sindicato campesino “FLOC”, condenó la “explotación y opresión” de los trabajadores tabacaleros, y en particular la continua práctica de contratar a menores, algo también denunciado en un mordaz informe por Human Rights Watch el año pasado.

“Esta es la realidad que viven: sueldos muy bajos, horribles viviendas y muchos niños trabajando en esos campos, y todo eso apunta a un sistema de producción con muchas desigualdades. Queremos negociar con las empresas tabacaleras, en especial con Reynolds, para corregir estas condiciones”, explicó Velasquez.

Para Velasquez, otra de las prioridades es que el gobierno federal haga cumplir las leyes que rigen las labores del campo en EEUU y tome medidas para proteger a menores.

Demandas de los trabajadores

Gritando consignas bilingües de “sí se puede!” y “sin justicia, no hay paz”, los activistas de FLOC entregaron a una representante de Reynolds alrededor de 20,000 peticiones con sus demandas.

En la petición dirigida a Thomas C. Wajnert, presidente de la junta directiva de Reynolds, los sindicalistas condenaron las “condiciones laborales inhumanas y el bajo salario” de muchos de los trabajadores tabacaleros en Carolina del Norte, que viven “expuestos a la nicotina y peligrosos pesticidas y condiciones insalubres para alimentar a sus familias”.

Pidieron además que la empresa Reynolds firme un acuerdo con el sindicato FLOC para elaborar un sistema que permita a los trabajadores en Carolina del Norte negociar mejores salarios, condiciones laborales y el establecimiento de un comité que dé respuesta a los desacuerdos que surjan entre los trabajadores y los agricultores.

Con sede en Winston-Salem (Carolina del Norte) y con alrededor de 6,800 empleados, R. J. Reynolds es la segunda empresa tabacalera más grande de EEUU, detrás de Altria Group.

La empresa no ha contestado aún a una solicitud de comentarios sobre la protesta.

Ganancias, con el sudor de los hispanos

Un 90% de los trabajadores del campo en el sureste de EEUU es de origen latino -en Carolina del Norte en particular se calcula que hay alrededor de 150,000- de los cuales al menos 30,000 trabajan en el sector tabacalero.

La cifra podría ser mayor debido a que muchos no tienen papeles y son a su vez empleados por subcontratistas.

Empresas tabacaleras en estados como Virginia, Carolina del Sur, Georgia, Tennessee y Kentucky dependen casi exclusivamente de la mano de obra migrante y, para los activistas, es urgente que el gobierno responda con contundencia al problema de la contratación de menores.

Pero en la actualidad las leyes excluyen o limitan los derechos de los trabajadores del campo de las reglas que prohíben la labor infantil, según FLOC.

En la época de verano, en particular, niños a partir de los 12 años de edad pueden trabajar sin límites bajo el calcinante sol y en contacto con peligrosos químicos, en parte por una ley laboral que excluye al sector agrícola.

Pero según el sindicato, aún si el gobierno federal prohibiera la contratación de jóvenes entre 14 y 16 años para labores peligrosas, el Departamento del Trabajo no tiene suficientes recursos para vigilar las condiciones en los campos tabacaleros, donde la mano de obra es fragmentada, dispersa y altamente móvil.

La agencia federal tampoco ha logrado reducir drásticamente el “galopante” problema de robo de sueldo y violaciones a las leyes que rigen la salud y seguridad de los trabajadores.

Reynolds takes 20,000 petitions from @SupportFLOC. We'll be back until farmworkers get justice! Cc: @ILRF #1u http://t.co/cDP0dFBqBW
AFL-CIO (@AFLCIO) August 28, 2015

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#Trabajo Abuso Infantil Inmigración salario Tráfico humano

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