Los “bebés ancla” en la primaria republicana

Revisar en estos días las noticias para enterarme de las novedades de los candidatos republicanos en materia migratoria  se ha convertido en una experiencia traumatizante.
La semana pasada, el que se llevó el premio a la insensatez extrema fue el doctor Ben Carson, candidato afroamericano y médico de profesión, que sugirió que para detener a las personas que intentan ingresar de manera ilegal a los Estados Unidos podría recurrirse al uso de los drones que se utilizan para atacar objetivos militares.  Tenebroso que un hombre perteneciente a una raza que fue tratada por siglos como subhumanos y que además juró salvar vidas, ahora no tenga problema en volar por los aires a seres humanos que emigran buscando el pan para sus familias, bajo la excusa de evitar el ingreso de terroristas.
El candidato  que lidera las encuestas agregó un par de ideas más a su repertorio anti-inmigrante. La primera eliminar el derecho a la ciudadanía para los hijos de los inmigrantes no autorizados, y la segunda, deportar absolutamente a todos los inmigrantes indocumentados, incluidos los jóvenes soñadores.
El resto de  candidatos republicanos, lejos de cuestionar esta retórica absurda, se embarcaron  en la misma nave y comenzaron a hablar de los “bebés anclas” y de reformar la ley para terminar con el ius soli, el principio que concede ciudadanía automática para todo niño nacido en territorio estadounidense.

Gracias al contendor multimillonario que lidera las encuestas, el debate migratorio ha sido envenenado a tal nivel, que ya hubo un crimen de odio cometido en su nombre. Scott and Steve Leader, dos hermanos de Boston, golpearon salvajemente a un indigente mexicano, y cuando la policía interrogó a Scott acerca de porqué golpearon a esta persona, respondió: “Trump tiene razón, todos estos ilegales deben ser deportados”.
Pero si eso de por si es escandaloso, mucho peor fue la respuesta del candidato líder. Al preguntársele su opinión acerca de este caso, dijo lo siguiente “Diré que la gente que me sigue es muy apasionada, y ellos quieren que este país sea grande otra vez”. Creo que no cabe meditar mucho para concluir que de darse la posibilidad de que este hombre llegue a la Casa Blanca, el destino de los estadounidenses estaría en las manos de un verdadero monstruo.
El debate migratorio ha girado de una postura intransigente y difícil hacia una postura simplemente irreal e irracional, y para ser honesto, ya no se sabe a que extremos podría llegar, si el Partido Republicano le sigue permitiendo al candidato enpresario,  liderar la discusión y marcar las pautas del diálogo migratorio. Ojalá los votantes estén atentos y no se olviden, a la hora de depositar su sufragio, del nivel de locura con el que se ha manejado la primaria republicana.