Poco realista, costoso y “peligroso” plan de Trump sobre inmigración.

Las propuestas migratorias del precandidato y magnate están entre las más radicales presentadas en la historia reciente. Deportación masiva de ciudadanos hijos de indocumentados recuerda a la realizada durante la Gran Depresión.

Trump sostiene contratos millonarios con empresas como Comcast.

Trump sostiene contratos millonarios con empresas como Comcast. Crédito: Efe | EFE

Peligroso, poco realista, costoso y sin sentido, son algunos de los adjetivos utilizados por editorialistas, activistas y hasta algún que otro candidato presidencial ante el radical plan de “reforma migratoria” presentado por el precandidato republicano Donald Trump este fin de semana.

Trump dio a conocer este fin de semana su plan migratorio para “devolver la grandeza a los Estados Unidos”. Entre otras propuestas, plantea la deportación masiva de todos los indocumentados y sus familias, inclusive los hijos ciudadanos y la construcción de un muro fronterizo que obligaría a México a pagar, so pena de una serie de sanciones.

Entre las sanciones estaría la confiscación de todas las remesas obtenidas por “salarios ilegales” que manden los migrantes, aumentará el costo de las visas de los diplomáticos y empresarios mexicanos (o las cancelará, dice), así como aumentar todas las tarifas de entrada de México a Estados Unidos.

El magnate también eliminaría la nacionalidad a hijos de indocumentados.

El plan es el más radical presentado por un candidato presidencial de un partido mayoritario en Estados Unidos en la historia reciente de este país. Hace cuatro años, el entonces candidato republicano Mitt Romney fue crucificado por grupos pro inmigrantes y demócratas al favorecer la “auto-deportación”.

Americas Voice, la organización cabildera pro reforma migratoria, dijo que la “retórica y el radicalismo de Trump es algo nuevo y peligroso” y otros grupos se sumaron a esta percepción. Angélica salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes CHIRLA, calificó de “nefasto” y “lleno de odio” el plan de Trump.

En el campo republicano el precandidato Scott Walker, gobernador de Wisconsin dijo que sus posturas “eran muy similares” a las de Trump mientras que Chris Christie, el gobernador de Nueva Jersey, se refirió únicamente a la propuesta de construir un muro pagado por México en la frontera.

“No tiene sentido (prometer que México pagaría por eso”, dijo Christie a CNN. “Esto no es un acuerdo de bienes y raíces, es un tema de diplomacia internacional”.

El resto de los precandidatos republicanos permaneció en silencio. Rick Santorum, otro precandidato con ideas radicales en inmigración, planea presentar su propio plan este jueves.  El precandidato Jeb Bush, por su parte, no se había referido este lunes al plan de Trump, pero su propio plan de inmigración no incluye la construcción de un muro

Para Doris Meissner, ex directora del Servicio de Inmigración y Naturalización bajo el gobierno de Bill Clinton y ahora directora del Instituto de Políticas Migratorias (MPI) en Washington, el plan de Trump está basado en conclusiones incorrectas sobre la inmigración y es “poco realista”.

“Trump mantiene que los indocumentados reciben welfare, cosa que no es cierta. Que si paras la inmigración, los afroamericanos tendrán trabajos y que el gobierno libera a cientos, a miles de inmigrantes delincuentes, cosa que tampoco es cierta”, dijo Meissner en una entrevista.

“Otra cosa a la que no se refiere es a la inmensa cantidad de recursos que ya se han invertido en protección fronteriza, ha sido algo dramático. Y que aún con un paso record en deportaciones, 400,000 al año, tardaríamos años en deportar a 11 millones de personas”, agregó la experta.

El plan de Trump va mucho más lejos de lo que hasta ahora han hecho otros candidatos republicanos y recuerda a las masivas “Repatriaciones” de mexicanos realizadas durante la Gran Depresión de principios de la década de los 30.

En aquel entonces, entre 1 y 2 millones de ciudadanos y residentes legales de origen mexicano fueron deportados por el gobierno estadounidense, debido a la histeria xenófoba generada por la profunda crisis económica.

No todas las propuestas de Trump son extremas, dijo Meissner. El plan propone que el sistema de verificación de empleados E-Verify sea mandatorio en todo el país. Actualmente es voluntario. “Sabemos que hay una brecha en este área y que este tipo de tecnología podría ayudar”, dijo.

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