Siria: las “atrocidades impensables” contra los civiles en Alepo

Desde que comenzó la guerra civil en Siria hace cuatro años, más de 220,000 personas han muerto

La guerra en Siria.

La guerra en Siria. Crédito: Getty

Muerte en todas partes… terror absoluto y sufrimiento insportable“. Con esas palabras se describe la situación de los civiles en la segunda ciudad más importante de Siria, Alepo, en un informe de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI).

Según AI los civiles están sufriendo “atrocidades impensables” en esta ciudad donde tanto las fuerzas del gobierno como muchos grupos rebeldes “están cometiendo crímenes contra la humanidad diariamente”.

Se informa que el gobierno ha incrementado sus bombardeos en Alepo en semanas recientes en respuesta a una ofensiva rebelde.

El reporte de Amnistía Internacional asegura que el “sufrimiento insportable ha forzado a muchos civiles a vivir una existencia subterránea para escapar de los impacables bombardeos aéreos de las fuerzas del gobierno contra las áreas controladas por los rebeldes”.

Desde que estallaron los combates en Alepo en 2012, la ciudad quedó dividida entre áreas controladas por el gobierno y áreas controladas por rebeldes.

En febrero, en una entrevista con la BBC, el presidente Bashar al Asad negó categóricamente que sus fuerzas hayan usado bombas de barril.

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Pero el domingo, unas 10 personas, incluidos cuatro niños y una maestra, murieron cuando una bomba de barril cayó en una guardería en el distrito de Saif al Dawla.

La periodista local Zaina Erhaim le dijo a la BBC el lunes que había escuchado los gritos de niños y había visto a rescatistas tratando de sacar a las víctimas de los escombros.

“Ataques sistemáticos”

El informe de AI afirma que de enero de 2014 a marzo de 2015, aviones del gobierno han lanzado ataques continuos utilizando bombas de barril -que son barriles de aceite, tanques de combustible o cilindros de gas empacados con explosivos, combustible y fragmentos de metal- en las zonas controladas por los rebeldes en Alepo.

Sus blancos incluyeron al menos 14 mercados públicos, 12 centros de transporte, 23 mezquitas, 17 hospitales y centros médicos y tres colegios.

“Vi a niños sin cabeza, partes de cuerpos en todas partes. Así es como había imaginado que era el infierno”, afirma un empleado de una fábrica local al describir las secuelas de un ataque en el distrito de al Fardous en 2014.

La gran mayoría de las fatalidades de los ocho ataques que AI investigó eran civiles.

Según el Centro de Documentación de Violaciones, un grupo de vigilancia dirigido por activistas, los ataques con bombas de barril mataron a al menos 3,124 civiles y 35 combatientes rebeldes en la provincia de Alepo durante ese mismo período.

Aministía asegura que la evidencia sugiere que las campañas aéreas en Alepo han “atacado deliberadamente a civiles y a objetivos civiles” y destaca que atacar intencionalmente objetivos que no participan directamente en hostilidades es un crimen de guerra.

Tal ataque sistemático contra la población civil, cuando se lleva a cabo como parte de la política del gobierno, como parece ser el caso en Alepo, también constituiría un crimen contra la humanidad“, agrega el informe.

Los grupos armados de oposición en Alepo también están acusados de cometer crímenes de fuerra al usar armas imprecisas como morteros y cohetes improvisados adaptados con contenedores de gas, los llamados “cañones del infierno”, en ataques que mataron a al menos 600 civiles en 2014.

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El informe también documenta torturas, detenciones arbitrarias y secuestros de civiles tanto de personal de seguridad del gobierno como rebeldes en Alepo.

“Círculo infernal”

Un residente describe a Alepo como “un círculo infernal”. “Las calles están llenas de sangre. La gente que ha muerto no es gente que estaba combatiendo”, dice.

Philip Luther, director del programa de AI en Medio Oriente y el Norte de África afirma: “Hace más de un año la ONU aprobó una resolución pidiendo poner fin a los abusos de derechos humanos, y específicamente a los ataques con bombas de barril, y prometió que habría consecuencias si el gobierno no cumplía”.

Hoy, la comunidad internacional ha volteado la espalda a los civiles de Alepo en un desalmado despliegue de indeferencia ante esta creciente tragedia humana“, agrega.

Mientras tanto, en Ginebra comienza una nueva ronda de conversaciones para tratar de resolver el conflicto en Siria.
El enviado de la ONU, Staffan de Mistura, se reunirá con delegados del gobierno sirio y de algunos grupos rebeldes, además de potencias regionales, incluidas Turquía e Irán.

Desde que comenzó la guerra civil en Siria hace cuatro años, más de 220,000 personas han muerto y unos cuatro millones de sirios están registrados como refugiados.

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