Cuentan a los más pobres de LA para ayudarlos (fotos)

Conteo de homeless en Los Ángeles evidencia sus problemas y necesidades

Para poder distribuir ayuda, hay que contar a los desamparados.

Para poder distribuir ayuda, hay que contar a los desamparados. Crédito: Ciro Cesar / La Opinión

@Yorshmore

El hombre que empuja un carrito de supermercado lleno de botes de plástico y latas de aluminio lleva años viviendo en las calles del Este de Los Ángeles. Y también en la cárcel.

Es Alfredo Hernández, de 50 años de edad, uno de los miles de indigentes que están siendo contados en todo el condado de Los Ángeles por la Autoridad de Servicios a Desamparados (LAHSA).

Hace cuatro meses Alfredo salió de prisión y desde entonces dice que no ha podido encontrar trabajo, por eso se la pasa hurgando entre los contenedores de basura.

“Cuando saben que estuve en la cárcel me hacen el feo”, comenta con el característico aliento de quien se bebido varios tragos de aguardiente.

El problema de alcoholismo que tiene desde la década de los 80 lo ha llevado en repetidas ocasiones a la cárcel y también a perder a su familia.

“No sé dónde están”, dice sobre los dos hijos que tiene. “Toda mi familia está separada”.

Alfredo es nacido y crecido en el Este de Los Ángeles, donde desde niño estuvo involucrado con las pandillas, relaciones maliciosas que lo llevaron a tener esa vida errante, reconoce.

“Así como yo hay muchos, hasta muchachas que se la pasan pidiendo dinero, ahí andan por la calle Lorena, debajo del freeway 60 ponen su tent para dormir”.

A cada uno de ellos, a los que como Alfredo Hernández no tienen techo para pasar la noche y duermen en tiendas de campaña instaladas en las aceras, en las paradas del autobús, debajo de una banca o en cualquier rincón que encuentren, los están contando.

De martes a jueves brigadas de voluntarios se desplegaron por las calles de Los Ángeles para enumerar a cada uno de los indigentes en el condado como parte del censo bienal que lleva a cabo LAHSA.

El conteo final, detallado en mujeres, hombres, jóvenes y niños, será dado a conocer en mayo próximo. Hace dos años fueron más de 39 mil homeless los que se contaron.

Los datos que se obtienen del censo sirven para asignar los recursos que LAHSA dispone para ayudar a los indigentes.

Para realizar el conteo se registraron alrededor de 6 mil voluntarios que se distribuyeron en 87 regiones del condado.

El Centro Maravilla fue el centro de operaciones de una de esas regiones donde la noche del martes 70 voluntarios se congregaron para contar a los indigentes del Este de Los Ángeles, la cual se dividió en 30 sectores.

A Xóchilt Flores, Sandy López y Ricardo Reyes, voluntarios de la organización United Way, les tocó peinar el área del Parque Salazar, donde en hora y media de recorrido les tocó contar sólo dos indigentes, una carpa y un vehículo habilitado como vivienda.

“Nosotros trabajamos en Skid Row y pues en esta zona del Este de Los Ángeles no se ve mucho desamparado, lo cual es bueno”, comentó Xóchitl.

Sin embargo, en un breve recorrido por el bulevar Whittier se observaron a varias personas durmiendo a la intemperie.

Estela Alférez, coordinadora del conteo en el Este de Los Ángeles, explicó que se trata sólo de un conteo visual que incluye vehículos donde viven personas, casas rodantes y viviendas hechas de cartón o carpas.

Adicionalmente a este conteo, LAHSA llevará a cabo una encuesta demográfica para detallar edad, género, origen étnico, tiempo en la indigencia y cuántos de ellos son veteranos de guerra, así como las razones por las cuales llegaron a esa situación.

Cuando a los 12 años de edad Martha Meléndrez emigró de Navojoa, Sonora, llegó a Los Ángeles para vivir de cerca la experiencia de ser homeless, ya que empezó viviendo en la sala de un hospital, luego en una camioneta estacionada en la calle y después en un garaje.

“No teníamos un techo fijo, junto con mi mamá y mi hermana llegué a vivir en una van”, recordó Martha aquel 2002 cuando dejó la tierra de los mayos.

Por eso al conocer que LAHSA estaba reclutando voluntarios para participar en el censo que cada dos años realiza, decidió anotarse para contar y que los desamparados sean tomados en cuenta.

“Es una forma de crear caminos para salir de la pobreza”, dijo la chica que recién obtuvo la maestría de trabajadora social en Cal State Los Ángeles.

Desde hace ya algunos años Martha Meléndrez ha estado involucrada en las causas sociales y una ferviente integrante del movimiento juvenil de los Dreamers.

“Como trabajadora social creo que es importante que esta gente sea contada para que puedan recibir los servicios de alimentación, vivienda y salud mental que requieren”, agregó quien ahora trabaja para la organización United Way.

Resultados de los censos de indigentes realizados por LAHSA en todo el condado desde hace diez años:

2005 88,345

2007 73,702

2009 52,931

2011 50,214

2013 57,737

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