La semilla de Chávez

Hugo Chávez.

Hugo Chávez. Crédito: Archivo / AP

Americas

La muerte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tiene implicaciones que rebasan, por mucho, el ámbito de la mera sucesión presidencial. Su ausencia definitiva plantea una disyuntiva entre la continuidad o no del proyecto de transformación política, económica y social iniciado hace casi 14 años, que marcó un parteaguas en la historia de ese país y de la región.

A lo largo de esos años que condujo el Estado venezolano, Chávez refundó su país, lo descolonizó, hizo visibles a los invisibles, redistribuyó la renta petrolera, abatió el analfabetismo y la pobreza, elevó increíblemente los índices de sanidad, incrementó el salario mínimo e hizo crecer la economía.

Es innegable el apoyo popular del que gozó Hugo Chávez (la justicia social fue premisa de su gobierno y base de su revolución bolivariana). Sin él, el mandatario nunca hubiera avanzado hasta donde llegó ni le hubiera dado el giro que logró en la política venezolana

La proyección internacional de Venezuela también es innegable. El ex mandatario la colocó en los primeros lugares, y aprovechó el petróleo como lo que es: una herramienta de negociación de política, no un simple producto.

Venezuela, como tantos países, se benefició con el alza sideral del petróleo. No hay datos de otras naciones que, sin ser potencias y arrastrando necesidades importantes, usara esa riqueza para trabar relación con otros menos afortunados, para ayudarlos, trasfundiendo petróleo a precio de regalo a aliados vecinos: Nicaragua o Cuba son los más característicos. Hasta llegó a vender nafta barata en Estados Unidos para abaratar la calefacción a comunidades marginadas y vulnerables.

El proyecto de solidaridad de Venezuela con Estados Unidos que se inició en 2005, ayudará este año a que unas 100 mil familias en 25 estados –incluyendo más de 240 comunidades indígenas– enfrenten este invierno.

A lo largo de los años, el comandante logró amarres importantes con sus pares latinoamericanos para el avance de su movimiento. Las misiones sociales, por ejemplo, impulsadas por Chávez a partir de 2003 en estrecha alianza con Cuba mejoraron la salud y la educación de los venezolanos y redujeron notablemente la pobreza.

Chávez siempre subrayó la necesidad de la integración latinoamericana. Creó un proyecto alternativo de integración continental y sentó las bases para un socialismo acorde al nuevo siglo.

De allí su torrente de propuestas integracionistas: desde el ALBA hasta Telesur; desde Petrocaribe hasta el Banco del Sur; desde la UNASUR hasta la CELAC, entre otras iniciativas que, propias o conjuntas, no podrían pensarse hoy sin la participación del Comandante presidente.

Pero llegado el momento todo esto podría desaparecer.Depende de cómo reaccione el pueblo venezolano y cómo manejen la sucesión los cercanos al ex jefe de Estado.

La madurez y solidez de la revolución bolivariana del comandante Chávez está a prueba. La mayoría de los venezolanos –y así consta electoralmente– se pronuncian por mantener la ruta trazada por el ex jefe de Estado.

“La tarea no es nada fácil, ni de corto plazo, porque en los 14 años que el comandante se mantuvo en el poder la mancuerna antichavista (la derecha autóctona y la “desinteresada” intervención del gobierno estadunidense) nunca quitó el dedo del renglón, y menos lo hará ahora: echar para atrás todo lo que huela a revolución y a socialismo”, dice Carlos Fernández-Vega

Chávez coleccionó epítetos. Fue acusado de “golpista”, “dictador”, “caudillo avasallador”, populista, redentor y toda la serie de adjetivos lanzados desde las distintas tribunas mediáticas por sus opositores de dentro y fuera de Venezuela. Pero nunca supieron explicar muy bien esos detractores de Chávez por qué si era tan “peligroso” el presidente venezolano ganó cuatro elecciones, venció un golpe de Estado desde la derecha, en el 2002, una huelga petrolera en 2003, y se expuso a un referéndum revocatorio. Tampoco supieron explicar por qué Chávez tenía tanto apoyo social

Se acusó a Chávez de ser un enemigo de la libertad de expresión pero, en realidad, siempre coexistió con una poderosa oposición mediática que no guardaba críticas hacia la República Bolivariana

La oposición lo tildó de antidemocrático, y el líder bolivariano se presentó ante el electorado unas quince veces y sólo perdió una, en el referéndum de 2007 sobre la reforma constitucional.

El presidente Hugo Chávez se fue glorificado en las urnas por su pueblo, revalidado en numerosas ocasiones. La última elección fue una más (porque ratificó una tendencia) y fue única porque se produjo en medio de su enfermedad.

“Como pocas veces su entrega se puso de manifiesto en la última campaña electoral, en la que volvió a imponerse. ¿Quién podía ignorar que no se estaba cuidando como hubiese sido prudente? Pero sabemos que ésa nunca sería una consideración que pasara por su mente. Sabía que si era su última batalla política debía convocar al pueblo otra vez para seguir adelante. Y lo logró con creces. Por eso cuando dijo que para cuando no estuviera su voluntad “…firme, plena como la luna llena, irrevocable absoluta, total” era que el compañero Nicolás Maduro se pusiera al frente, sentimos que se despedía”, indicó Mario Toer

La noticia del deceso de Hugo Chávez causó dolor por la pérdida, pero “también dio fortaleza” para seguir defendiendo el movimiento.

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