Chismes del Oscar: De la caída a lo antihispano (videos)

¿Para qué ver los premios Oscar si no es para comentarlos al día siguiente? A continuación algunos temas de conversación

El tropezón de Jennifer Lawrence es lo más comentado hoy.

El tropezón de Jennifer Lawrence es lo más comentado hoy. Crédito: AP / Invision / Matt Sayles

Para unos fue laaaaarga, para otros creativa, genial, para algunos se trató de la misma basura… En fin, que si algo tiene la ceremonia de entrega de los premios Oscar es que permite que todo el mundo tenga una opinión distinta y la comente.

Hubo quienes la vieron completa y otros que en menos de una hora ya habían apagado el televisor o su tableta o su teléfono móvil. En fin, que para unos y otros, hoy probablemente el tema se presentará y para que no se queden atrás discutiendo, les ofrecemos este resumen de algunos de los puntos de conversación más relevantes.

La burla a los hispanos

“En este momento de la gala sería el ideal para que salieran Javier Bardem, Penélope Cruz o Salma Hayek, aunque no se les entienda”

Este comentario fue dicho por el animador de la gala, Seth MacFarlane, como una broma sobre el pobre manejo del inglés por parte de los actores latinoamericanos. La “chispa” de la broma es destacar que son tan guapísimos/as, que vale la pena admirarlos aunque no se les entienda.

Para algunos la “broma” pasó sin pena ni gloria, pero otros estimaron en redes sociales que ya es hora de ponerle fin al “chistecito” que indirectamente promueve la mofa y el discrimen. La herida estaba abierta desde el año pasado cuando Ricky Gervais, en los Globos de Oro, quien presentó a la mexicana Salma Hayek y al español Antonio Banderas con un comentario similar.

“Son especímenes sensacionales y tienen un talento extraordinario. Y probablemente son muy interesantes. El problema es que no entiendo lo que dicen”, dijo Gervais.

Anoche, fue notable que la única hispana que participó de la ceremonia del Oscar fue Salma Hayek; del resto, al parecer se olvidaron o tal vez no estaban para perder el tiempo intentando entendernos.

La joven, talentosa y guapa actriz Jennifer Lawrence hace cualquier cosa en sus películas y hasta maneja el arco y la flecha mejor que cualquiera. Sin embargo, todavía no logra subir a un escenario con la gracia y la elegancia de las demás ganadoras del Oscar a la mejor actriz.

Cabe recordar que durante la ceremonia de entrega de los premios SAG, cuando Lawrence fue a recibir el premio a la mejor actriz, dejó a muchos con la boca abierta al mostrar más piel de la apropiada por no saber manejar su vestido.

Pero anoche botó la bola, el guante y hasta la careta. Cuando acudió a recoger el Oscar a la mejor actriz por su papel de joven viuda en “Silver Linings Playbook”, Jennifer Lawrence tropezó. Al finalmente llegar al micrófono, el público reunido en el Teatro Dolby la aplaudió de pie a lo que ella replicó: “están de pie porque se sienten mal de que me caí”.

Unos bromearon con que la joven de 22 años en realidad quería besar el piso para hacer histórico el momento y otros aseguraron que lo había hecho a propósito, como para llamar la atención por segunda ocasión.

Esto último suena difícil de creer, porque cuando se gana un premio Oscar no se necesita nada más para llamar la atención del mundo. Sí parece que la chica necesita urgentemente una clase sobre cómo manejar vestuario que no sea jeans y camisetas. Una vez apruebe con calificación excelente ese curso, podría nominarse a la presidencia del país o tal vez inscribirse para dirigir el primer viaje de ciudadanos comunes y corrientes al espacio.

La “gran sorpresa” de la gala de la 85 edición de los premios Óscar fue la participación de la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, quien intervino a través de un vídeo para abrir el sobre y anunciar el premio a la mejor película, que recayó en “Argo”.

El actor Jack Nicholson dio la palabra a Michelle Obama, quien resaltó que las 10 películas que optaban a llevarse el Óscar “amplían nuestros horizontes y nos llevan a lugares a los que nunca habían imaginado”. Y en eso no se equivocó. Sin embargo, el resto de su mensaje pareció sacado de un discurso clásico de una reina de belleza: “Felicito a todos los nominados” por trabajos que “nos hicieron reír, llorar y, de hecho, nos enseñaron que el amor puede luchar contra todo y puede transformar nuestras vidas de la manera más sorprendente”.

Por ello, animó a todos, pero en especial a los más jóvenes, a tener la “fuerza de creer” en sí mismos, sean quienes sean, y en que es necesario el esfuerzo diario para “lograr sus sueños”.

Obama devolvió la palabra a Nicholson, quien presentó las 10 cintas candidatas al máximo galardón, tras lo que la primera dama estadounidense abrió el sobre y anunció que “Argo” era la película ganadora.

Creemos que la Primera Dama vio “Argo”, pero el amor no es precisamente la clave que mueve la acción en dicha cinta… como tampoco “Zero Dark Thirty” y “Django Unchained”.

Para la próxima, mejor es hablar menos y actuar más (un consejo que no va directamente para ella y sí para el Presidente, quien se alega estuvo jugando golf este fin de semana).

Es la gran pregunta que queda después de anoche. Siendo “Argo” la gran cinta ganadora en casi todos los festivales importantes e incluso en esta 85 ceremonia de entrega del Oscar, todavía no hay una explicación creíble que convenza a los ciudadanos mortales de las razones para no nominar a Ben Affleck como mejor director.

¿A quién ofendió? ¿Quién no hizo su trabajo? El tiempo dirá.

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